En el siglo XVIII, el metro y sus múltiplos y submúltiplos decimales arrinconaron el engorroso uso de los sistemas sexagesimales hasta entonces vigentes.
Piroclasto, una palabra eufónica. Suena bien, o por lo menos a mí me lo parece. La escuché por primera vez en los años 90 en una reunión de vulcanólogos.
Migrando, migrando, hemos llegado a todos los confines de la Tierra. Al principio, despacio. Después, con la invención de los barcos, bastante deprisa. Hoy, gracias a los vehículos motorizados, a gran velocidad. Somos la especie más migradora de la historia.
La tarea de los economistas, tan importante, se inscribe en el ámbito de las decisiones humanas, que son emocionales y, por tanto, irreducibles al método científico.
La religión suele ser un intento racional de explicar lo incomprensible. Racional, a partir de la información disponible, naturalmente. Como la mayoría de las religiones son muy antiguas, su esfuerzo racionalista resulta bastante irracional hoy en día, claro.
La vida es una anomalía, pero no una extravagancia. Que en otros lugares se encuentre tan diversificada como en la Tierra, y que se encuentre justamente ahora, es improbable.
Las inducciones lucrecianas, las evidencias galileanas o las deducciones darwinianas eran atentados contra la pereza mental, más poderosa que cualquier dogma. No es por razones ideológicas por lo que los humanos se resisten a cambiar. Fundamentalmente, lo que tienen es pereza.
Internet no incrementa la polimatía. Más bien la desincentiva. La generación-internet y la generación-biblioteca tienen más que un conflicto generacional. Protagonizan una ruptura cultural.
Condorcet fue un personaje más que notable. Lideró el pensamiento revolucionario francés mientras lo fue de verdad, es decir, mientras subvirtió las ideas caducas y el statu quo reaccionario imperante.