Responde INMACULADA PASCUAL VILLALOBOS:
El agua, en pequeñas cantidades como en un vaso o una botella, se percibe como un líquido transparente; sin embargo, cuando se observa una gran cantidad importante de agua como sucede en el mar, distinguimos un color azul que puede variar dependiendo de la masa de agua que estemos observando. Este fenómeno se debe a que el agua no absorbe por igual la radiación electromagnética de distintas longitudes de onda que constituyen la luz blanca que proviene del sol.
Cuando la luz del sol llega a la superficie del agua, ésta absorbe la radiación roja e infrarroja mucho más que la radiación correspondiente a la zona del azul. Esta radiación azul no absorbida es reflejada por la superficie llegando a nuestros ojos y produciendo la percepción de color azul que nos permite ver el mar de ese color.
Cuando estamos en la playa y movemos el agua con nuestras manos, notamos que ésta se ve transparente, ya que la absorción es mínima. Si nadamos donde la profundidad es pequeña el azul es más claro, mientras que en aguas más profundas hacia mar abierto o en altamar notaremos que el color azul se vuelve más intenso porque la absorción es considerable. Incluso es posible observar que existen diferentes variaciones de azul dependiendo de otros elementos que se encuentran en el mar y que también absorben radiación.
En días nublados, el mar se ve gris, ya que las nubes absorben una parte importante de luz blanca eliminando radiación electromagnética que llega al mar.
Inmaculada Pascual Villalobos es profesora del Departamento de Óptica, Farmacología y Anatomía de la Universidad de Alicante.