El número 21 de la revista Mètode marcó un punto de inflexión en la trayectoria de la publicación. Hacía poco que Martí Domínguez se había hecho cargo de la dirección de la revista y es a partir de este número que Mètode experimenta una evolución continua en la mejora de su calidad que la ha llevado a alcanzar una excelencia reconocida.
Cuando me hice cargo de coordinar el monográfico, hacía justo cuatro años que se había constituido el Departamento de Astronomía y Astrofísica de la Universitat de València. Desde su fundación por parte de Ignasi Tarazona en 1909, el Observatorio Astronómico mantuvo latente, con más o menos intensidad, la presencia de la astronomía en nuestra universidad. Pero fue a partir de la década de los setenta del siglo pasado, con la incorporación de la Astronomía y la Astrofísica en los planes de estudios de Física y Matemáticas, que empezó a consolidarse un grupo de investigadores en este campo. El crecimiento de este grupo con la incorporación sucesiva de nuevos investigadores hizo que, dos décadas después, la Universitat de València se planteara la creación del Departamento de Astronomía y Astrofísica.
En este contexto, el monográfico «Comprender el universo: Astronomía y astrofísica» tenía una doble finalidad. Por una parte, dar una visión de la variedad de temas que la investigación en astronomía estaba tratando en ese momento. Por otra, dar a conocer las distintas líneas de investigación en este campo que se llevaban a término en la Universitat de València. La diversidad de temas que eran, y siguen siendo, objeto de investigación en el Departamento de Astronomía y Astrofísica, desde la relatividad y la cosmología teóricas, la astrofísica y la cosmología computacional, hasta la astronomía observacional en los diferentes rangos del espectro electromagnético, facilitaron compaginar los dos objetivos.
Además de los artículos redactados por investigadores del Departamento de Astronomía y Astrofísica sobre temas de los que son especialistas, el monográfico incluía las entrevistas a dos destacados miembros del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), motor de la astrofísica española en las últimas décadas. Francisco Sánchez, fundador y director del IAC en ese momento, nos hablaba de este como un centro de referencia de la astronomía mundial, del futuro prometedor de la disciplina en España, y del proyecto del Gran Telescopio de Canarias, que hoy en día es ya una realidad como potente herramienta observacional. Rafael Rebolo, en aquel momento profesor de investigación del CSIC, adscrito al IAC, y que ha relevado a Francisco Sánchez en la dirección del IAC, nos explicaba su investigación en tres campos de relevancia: la anisotropía de la radiación cósmica de microondas, el origen y la evolución de elementos ligeros, y la investigación y caracterización de enanas marrones y estrellas frías.
MONOGRÀFIC: COMPRENDRE L'UNIVERS
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