El ébola de los olivos

Xylella fastidiosa, la bacteria molesta

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién,
quién levantó los olivos?

En este poema Miguel Hernández dedica unas palabras a los olivos, un cultivo que se encuentra por toda la península Ibérica, con una historia de 2,4 millones de años. Este árbol es uno de los cultivos principales de nuestro país y que exporta su producto principal, el aceite de oliva, por todo el mundo. Pero actualmente se encuentra bajo la amenaza de una bacteria que en los últimos años se está desplazando por el Mediterráneo y que en octubre de 2016 se detectó por primera vez en la isla de Mallorca.

«El olivo se encuentra bajo la amenaza de una bacteria que poco a poco se está desplazando por el Mediterráneo»

Se trata de una bacteria llamada Xylella fastidiosa, aunque popularmente se conoce como el ébola de los olivos. Este segundo nombre se debe a su relación infecciosa con este árbol, puesto que este microorganismo causa la OQDS (olive quick decline syndrome, síndrome del decaimiento rápido del olivo). Pero quizás esta nomenclatura no sea la más acertada, puesto que la bacteria afecta a más de 300 especies de plantas. De hecho, fue descubierto en las viñas de California por ser el responsable de lo que hoy en día conocemos como la enfermedad de Pierce, que causa la clorosis y decoloración de las hojas. Estos síntomas son los característicos de una infección de Xylella fastidiosa.

Este hecho en la universalidad sintomática es debido a su ciclo vital. Cuando la bacteria llega a una nueva planta, se espera a las raíces hasta que las condiciones sean favorables para reproducirse rápidamente y, entonces, se traslada por el xilema hacia el tallo de la planta, se multiplica rápidamente y tapa la vía de llegada de los nutrientes y del agua, hecho que provoca a largo plazo la muerte de la planta. Para cerrar su ciclo vital necesita la ayuda de un insecto que se alimento de la savia sucia y que transporto a la bacteria a una nueva planta para infectar.

«Xylella fastidiosa afecta a más de 300 especies de plantas»

Pero, teniendo en cuenta cómo se dispersa, ¿cómo es posible que una bacteria americana llegara a Europa? Según los estudios, la vía más probable fue a través de una planta de café ornamental ya infectada que provenía de Costa Rica, llegó a Holanda y, a partir de allí, entró a la península de Salento (sur de Italia y primer foco de infección). En esta primera crisis en 2013, la Xylella fastidiosa infectó 8.000 hectáreas de olivos. Ya en 2015, aunque la Unión Europea luchaba contra la expansión y la dispersión de la bacteria, apareció de nuevo en territorio francés. En este caso hubo dos focos de infección separados en el tiempo. El primero se detectó el 22 de julio en Niza y en Mandelieu-la-Napoule y afectó a la retama de olor (Spartium junceum) y a la lechera del Cabo Polygala myrtifolia, mientras que el segundo se detectó el 13 de octubre en la isla de Córcega y, aunque en un primer momento infectó también a Polygala myrtifolia, después pasó a otras especies, como por ejemplo el romero (Rosmarinus officinalis) o el alcornoque (Quercus suber). Finalmente, el cuarto caso en Europa es el que ya hemos comentado. El 6 de octubre de 2016 se detectó el primero positivo en España en la isla de Mallorca. Son tres cerezos los que se encontraron infectados en Porto Cristo, Manacor y Mallorca.

Fotografía de Simón Fos

Aunque de momento no se ha encontrado ningún remedio contra la bacteria, ya desde el primer caso la Unión Europea ofreció una serie de pasos que había que seguir para evitar nuevas infecciones en otros lugares o la dispersión de la enfermedad. En este reglamento se especifica que hay que arrancar todo árbol que sufra la enfermedad. También prohíbe la comercialización de cualquier árbol o planta que se encuentre en la zona infectada, con lo cual las pérdidas económicas son catastróficas. Además, especifica que hay que crear un área alrededor de la zona infectada que se encargo de frenar o impedir el avance de la bacteria. Aun así, el microorganismo ha conseguido atravesar la cuenca occidental del Mediterráneo en tres años y es esta la razón por la cual en diciembre de 2015 se creó el proyecto POnTE (Pest Organism Threating Europe). Este es un programa transnacional encargado de investigar especies invasoras que causan un perjuicio en la agricultura. El primer paso que sigue este proyecto es la correcta identificación del organismo que causa el foco de infección. En el caso de esta especie de fitopatógeno intentan descubrir a qué subespecie pertenece el individuo, puesto que según sea una u otra, la enfermedad afectará a unas especies y no a otras. Así, en el acontecimiento italiano el causante es la subespecie pauca, mientras que en los focos franceses es la subespecie multiplex y en el suceso mallorquín encontramos la subespecie fastidiosa.

«Se prohíbe la comercialización de cualquier árbol o planta que se encuentre en la zona infectada, con lo cual las pérdidas económicas son catastróficas»

X. fastidiosa no es el único microorganismo que amenza a la agricultura. El grupo POnTE también investiga otros como Candidatus Liberibacter solanacearum, que afecta a los cultivos de patatas, tomates y zanahorias. Esta bacteria llegó a España en 2015 a las ciudades de Alicante y Albacete. Otro organismo es Hymenoscyphus fraxineus, un homgo que causa la muerte progresiva del fresno. Pero en este caso sí que se ha encontrado un método para aumentar la resistencia de los árboles frente a la colonización.

Así y todo, todavía no se ha conseguido encontrar el remedio contra estos seres vivos cuando el vegetal ya se encuentra infectado, sino que sólo en el caso del hongo se ha encontrado una solución para resistir al invasor. La principal razón de la dificultad de encontrar la solución es que el escenario que se presenta es muy complicado, puesto que la aplicación del «medicamento» sólo tiene que influir sobre las plantas que están enfermas y no sobre todo el ecosistema.

© Mètode 2017

Estudiante de biología de la Universitat de València.