Cuatro voces de científicas

Reflexiones en torno al género y la ciencia desde la experiencia de las mujeres que la trabajan

La presencia de las mujeres en la carrera científica es cada vez más remarcable. / Pixabay

El 8 de marzo se celebra el Día de la Mujer Trabajadora, una fecha en la que se reivindica la igualdad entre hombres y mujeres. La presencia de las mujeres en la carrera científica es cada vez más remarcable, aunque todavía queda un largo camino por recorrer. Además, la perspectiva de género permite analizar la manera de hacer ciencia y gestionarla. La aplicación de esta perspectiva está encaminada a producir una ciencia en la que las mujeres científicas tengan un papel equivalente a los hombres en número y jerarquía, y que revele particularidades que diferencian a mujeres y hombres, así como características propias de las primeras.

Para conmemorar esta jornada y visibilizar el trabajo que hacen las mujeres en la carrera científica, Mètode ha consultado a cuatro investigadoras de diferentes instituciones españolas para que nos expliquen su experiencia personal y su punto de vista de la relación entre mujer y ciencia: Pilar Gayán, investigadora del Instituto de Carboquímica del CSIC; Emilia Matallana, catedrática de Bioquímica y Biología Molecular de la Universitat de València; María Ibáñez, investigadora del Instituto Universitario de Plaguicidas y Aguas de la Universitat Jaume I; y Teresa Rodrigo, catedrática de Física Atómica, Nuclear y Molecular de la Universidad de Cantabria.

Pilar Gayán, investigadora del Instituto de Carboquímica del CSIC. / Pilar Gayán

Pilar Gayán, investigadora del Instituto de Carboquímica del CSIC. / Pilar Gayán

¿Por qué decidió dedicarse a la ciencia?

Pilar Gayán: Desde niña me ha interesado conocer cómo funciona la tecnología y lo que nos rodea. Además, durante mi etapa de estudiante, las asignaturas de ciencias eran mis preferidas. Cuando acabé la carrera de químicas, tuve la oportunidad de empezar una tesina, lo que me acercó al trabajo científico. Después, comencé la tesis doctoral con una beca estatal y confirmé que el trabajo de científica es el mejor del mundo: cada día aprendes algo nuevo y creas algo que no existía antes.

Emilia Matallana: Desde pequeña estuve interesada en la docencia y me atraían las ciencias naturales. En bachillerato me enfoqué en biología y la perspectiva de ser profesora universitaria me permitía dedicarme a la investigación y la docencia. Nunca me he arrepentido, estas dos actividades obligan a no parar, a estar en constante evolución.

María Ibáñez: Desde muy joven tuve claro que quería ser química y dedicarme a la investigación. Siempre me ha atraído este mundo, especialmente el campo forense.

Teresa Rodrigo: No hubo ningún hecho singular, simplemente me gustaban las materias científicas y los números. Supongo que una buena profesora de física en mis años de instituto hizo que me decantara por este tipo de estudios.

María Ibáñez, investigadora del Instituto Universitario de Plaguicidas y Aguas de la Universitat Jaume I. / María Ibáñez

María Ibáñez, investigadora del Instituto Universitario de Plaguicidas y Aguas de la Universitat Jaume I. / María Ibáñez

¿Cree que ha tenido más dificultades en su carrera científica por el hecho de ser mujer?

P. Gayán: No, no me he sentido discriminada ni infravalorada por el hecho de ser mujer durante mi trayectoria profesional. No obstante, tengo que reconocer que las mujeres somos minoría en mi área de estudio, la ingeniería química.

«En la ciencia, existe la misma discriminación y prejuicios hacia las mujeres que en la vida cotidiana» (Teresa Rodrigo)

E. Matallana: Como cualquier carrera profesional, la carrera científica es difícil para las mujeres. Los roles que se nos adjudican de nacimiento y que asumimos como si fueran nuestros suponen una dificultad. No he notado gesto de discriminación en mi persona por parte de instituciones u otros colegas, no es así en el caso de otras mujeres.

M. Ibáñez: En mi caso concreto, no. No obstante, sí que es verdad que, a veces, resulta complicado compaginar la maternidad con una carrera tan demandante.

T. Rodrigo: Las dificultades en nuestros campos son siempre un poco más sutiles que en la vida cotidiana, pero existe la misma discriminación y prejuicios en las personas que nos dedicamos a la ciencia. Aunque a veces cueste identificar estos comportamientos, están ahí, muy normalizados en el quehacer diario.

Teresa Rodrigo, catedrática de Física Atómica Nuclear y Molecular de la Universidad de Cantabria. / Teresa Rodrigo

Teresa Rodrigo, catedrática de Física Atómica, Nuclear y Molecular de la Universidad de Cantabria. / Teresa Rodrigo

¿Qué le diría a las jóvenes que quieren dedicarse a la ciencia?

P. Gayán: Es un campo apasionante y no importa que estemos en minoría. Les animaría a apostar por ello.

E. Matallana: Primero, les animaría de manera rotunda a hacerlo. La carrera científica es difícil pero, si es vocacional, la satisfacción está garantizada. Hay que asumir con naturalidad que habrá que repartir esfuerzos y establecer prioridades, aunque estas no son inamovibles y pueden cambiar con el tiempo. Si tienen claro lo que quieren hacer, cuando su prioridad no sea la ciencia, valorarán también la otra opción que elijan.

M. Ibáñez: Debido a los estereotipos, las niñas no suelen decantarse por intereses científicos y tecnológicos. Sin embargo, yo animo a todas las jóvenes a que se dediquen a este campo tan gratificante. Les diría que trabajen duro y se esfuercen al máximo.

T. Rodrigo: Adelante, merece la pena dedicarle nuestras energías. Creo que tenemos unas cualidades excelentes para la ciencia. Gracias al movimiento feminista y los estudios de género, afortunadamente ya tenemos muchos recursos para analizar la realidad, comprenderla y transformarla.

Emilia Matallana, catedrática de Bioquímica y Biología Molecular de la Universitat de València. / Emilia Matallana

Emilia Matallana, catedrática de Bioquímica y Biología Molecular de la Universitat de València. / Emilia Matallana

¿Cree que la perspectiva de género puede hacer aportaciones en su área de investigación? ¿Se está aplicando ya?

P. Gayán: No, en el campo de la ingeniería química no tiene sentido.

E. Matallana: Creo que es necesaria en todos los ámbitos de la vida. En el caso de mi investigación, no es fácilmente aplicable debido a su temática, pero siempre se puede incorporar en la gestión del trabajo. El género de las personas influye en el desarrollo de un proyecto.

«La perspectiva de género siempre se puede incorporar en la gestión de la investigación» (Emilia Matallana)

M. Ibáñez: En mi campo de investigación también es bastante complicado aplicarla. En la medida de lo posible, como en estudios controlados de metabolismo o sobre tendencias de consumo, intentamos que los sujetos pertenezcan a ambos sexos.

T. Rodrigo: En mi área de trabajo es un poco difícil de destacar, pero la perspectiva de género es fundamental en muchas ramas de la ciencia como la salud o la educación y ya ha hecho grandes aportaciones.

© Mètode 2018

Graduado en Periodismo y estudiante del máster interuniversitario en Historia de la Ciencia y Comunicación Científica.