Entrevista a Jeff Dunn

«En 2040, el 70% de todas las muertes por cáncer en el mundo serán en países de ingresos bajos y medios»

Presidente de la Unión Internacional para el Control del Cáncer

CCon más de 30 años de experiencia en la investigación del cáncer a sus espaldas, Dunn ha dedicado su carrera a desarrollar estrategias que mejoren la supervivencia del cáncer y la conciencia sobre la enfermedad, centrándose especialmente en los aspectos sociales y conductuales del cáncer. Ya en la recta final de su mandato, el catedrático australiano de la universidad de Southern Queensland ha centrado sus esfuerzos en abordar los retos impuestos por la pandemia de COVID-19 y promover campañas para cerrar las brechas en el cuidado del cáncer, con un enfoque particular en la prevención y la detección temprana. Justo antes de ser nombrado presidente de la principal organización internacional de lucha contra el cáncer, él mismo fue diagnosticado con un linfoma.

¿Cuáles son los principales desafíos en el abordaje y el control del cáncer en el mundo?

De entrada, creo que vale la pena señalar que ha habido mucho progreso. Si observamos los últimos 20 años, el avance ha sido significativo en algunos tipos de cáncer en cuanto a prevención, detección temprana, diagnóstico temprano y tratamiento. Un verdadero desafío para nosotros es asegurarnos de que, allá adonde hagamos progresos, estos se compartan de manera equitativa en todo el mundo. Las disparidades, las brechas, siguen siendo claramente un problema para nosotros. Pese a ello, es un momento emocionante para el control del cáncer, a pesar de los desafíos. Nunca hemos tenido tanto potencial para hacer tanto y tan rápido como ahora, tanto en términos de nuestro conocimiento sobre las causas del cáncer cómo a la hora de hacer pruebas de detección y cómo lo tratamos. Estamos incorporando tecnologías que, hace cinco o diez años, parecían sacadas de Star Wars. Ahora tenemos medicina nuclear, CAR-T, terapias dirigidas genéticamente… Creo que tenemos que comprender las oportunidades que tenemos frente a nosotros y no desaprovecharlas, y colaborar de manera amplia.

¿Qué se debería hacer en los próximos años para asegurar que el sur global tenga acceso a tecnologías y programas de tratamiento para el cáncer?

El porcentaje de países que tiene acceso a la lista de medicamentos esenciales para el cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es inferior al 50 %. En 2019, solo el 15% de los países de ingresos bajos y medios contaban con servicios oncológicos integrales, en comparación con el 90% de los países de ingresos altos. Y el 80% de la población mundial no tiene acceso a alivio del dolor como la morfina. Desde la UICC, hemos actuado como catalizadores y desarrollado programas como ATOM (Acceso a Medicamentos Oncológicos), que reúne a la industria farmacéutica y otros actores para crear nuevos modelos de negocio y enfoques innovadores, con el objetivo de llevar estos medicamentos esenciales a países de ingresos bajos y medios. También debemos centrarnos en áreas donde sabemos que podemos hacer algo. Por ejemplo, la vacunación contra el VPH (virus del papiloma humano) es relativamente económica y puede marcar una gran diferencia. La iniciativa global para eliminar el cáncer de cuello uterino se basa en este enfoque y debemos hacer todo lo posible para asegurar que se implemente podamos decir adiós a este tipo de cáncer. Otra ventaja del VPH es que, cuanto más aprendemos, más descubrimos que está relacionado con otros tipos de cáncer. No es solo el cuello uterino, si actuamos sobre el VPH podríamos obtener beneficios aún mayores. Tenemos formas de avanzar, solo necesitamos estar atentos a estos temas. En la UICC, el cierre de la brecha en países de ingresos bajos y medios ha sido el enfoque del Día Mundial contra el Cáncer durante los últimos tres años. La buena noticia es que hemos demostrado que el progreso es posible. Si te enfocas, reúnes a personas con un interés compartido y un compromiso común y lo conviertes en una prioridad, se pueden encontrar soluciones.

Jeff Dunn después de la entrevista. / Fuente: Lourdes Velasco.

Pero entiendo que la tecnología va a incrementar todavía más esa brecha.

Es un desafío. En el congreso de la UICC el economista de la salud Robert Yates habló sobre la necesidad de no abordar la inversión en salud y el control del cáncer desde la perspectiva de los costos. Tenemos que cambiar el argumento, porque en realidad si invertimos en salud tenemos ganancias. Desarrollamos una comunidad más saludable si tratas el cáncer adecuadamente, lo detectas temprano y lo intervienes bien. Eso genera varios beneficios: tienes una fuerza laboral más saludable que se recupera antes y vuelve al trabajo, además de tratamientos menos costosos a largo plazo. El cáncer en etapas avanzadas es mucho más caro de tratar, si llegas a tratarlo. Si no lo tratas, el cáncer en etapas avanzadas tiene un impacto mucho mayor en la productividad general y el bienestar de la comunidad. Lo que tenemos que hacer es cambiar el debate sobre el gasto y buscar financiación innovadora para la salud.

Y sobre las situaciones de países en guerras…

Tampoco podemos dejar de lado los desafíos causados por los conflictos. Tenemos que trabajar con lo que tenemos sobre la mesa. Lo que necesitamos es instar a los gobiernos, a las personas y a las organizaciones de todo el mundo a buscar soluciones pacíficas. Después, tenemos que ver cómo apoyamos a los pacientes con cáncer en esas áreas donde ocurren los conflictos. A veces no hay mucho que podamos hacer dependiendo de lo que esté ocurriendo, pero debemos asegurarnos de que esa situación siga siendo prioritaria y que las personas sean conscientes de que es un problema. En el congreso hemos visibilizado esa situación con un panel sobre la situación de Gaza.

¿Está usted esperanzado o es escéptico con respecto al uso de la inteligencia artificial?

Creo que es emocionante pensar en las promesas de la inteligencia artificial y lo que podría lograr. Al mismo tiempo, debemos ser cautelosos para no causar daño o pasar por alto cosas importantes. Existe una tensión entre hacia dónde puede llevarnos la IA y la necesidad de moderar su ritmo para asegurar que los beneficios sean reales, escalables y que podamos monitorearlos, sin dejar nada atrás en el camino. Al final, hemos visto investigaciones que demuestran que la IA puede interpretar con precisión imágenes de mamografías. Sabemos eso. Pero, ¿puede la IA interpretar con precisión el estado depresivo de alguien? Tal vez no. Hay personas trabajando en eso, utilizando modulación de voz y otras técnicas… Pero es un campo distinto. Tenemos que observar dónde se puede aplicar la IA, cómo garantizar que haya fidelidad y seguridad, y, por supuesto, asegurarnos de que ayude a mejorar los resultados para las personas en todo el mundo, no solo para comunidades específicas. Es importante señalarlo, porque estamos hablando de nuevas tecnologías con muchas promesas, pero aún hay muchas regiones que carecen de medicamentos esenciales y tecnologías para el tratamiento del cáncer.

A riesgo de simplificar problemas complejos, ¿cuál es el principal reto en el control del cáncer para los próximos años?

Debemos considerar el espectro de la supervivencia. En los últimos 30 años, de 1991 a 2021, la tasa de mortalidad ajustada por cáncer en EE. UU., que es un país de altos ingresos con recursos de investigación, ha disminuido en un 33%. Eso significa que hay 4,1 millones menos de muertes por cáncer de las que habrían ocurrido si no se hubiera reducido la tasa de mortalidad. Para 2040, estimamos que el 70% de todas las muertes por cáncer en el mundo serán en países de ingresos bajos y medios. Ese es un gran reto. Tenemos que implementar soluciones que sean aplicables en esos países para ayudarles a enfrentar estos problemas.

Jeff Dunn en el congreso World Cancer Congress. / Fuente: Lourdes Velasco.

¿Y la principal esperanza?

Tenemos más oportunidades que nunca. Mencionamos la inteligencia artificial, pero hay muchas otras cosas: nueva química, nuevas actividades genómicas, nuevas máquinas y dispositivos y también vacunas. Lo que debemos hacer es asegurarnos de no desperdiciar la oportunidad que todo esto presenta. También debemos involucrar más la voz del paciente, ya que a medida que mejoramos en la detección y tratamiento del cáncer, más personas están viviendo con cáncer como una enfermedad crónica durante décadas.

El congreso de la UICC ha llamado la atención este año en la prevención y en concreto en establecer un vínculo entre el consumo de alcohol y el cáncer.

Es un tema muy relevante. En 2025, la ONU celebrará una reunión de alto nivel sobre enfermedades no transmisibles (ENT), y el cáncer es una de ellas. Necesitamos compromisos de las organizaciones miembro de la ONU para abordar estas enfermedades crónicas. Para marcar la diferencia, debemos actuar en áreas clave como el tabaco, el alcohol, la nutrición y el ejercicio. Sabemos que muchos de los casos de cáncer actuales son prevenibles si tomamos medidas. En países como Australia, por ejemplo, reducir la exposición al sol ayudaría a disminuir los casos de melanoma y cáncer de piel. El consumo de alcohol y tabaco son fundamentales en el control del cáncer. Sabemos que el alcohol es responsable de más del 4% de los casos nuevos de cáncer en todo el mundo y de 569.000 muertes de un total de 10 millones. Esto representa un factor importante para reducir las muertes.

Usted mismo fue diagnosticado con cáncer poco antes de acceder a la presidencia de la UICC. ¿Cómo afectó esta experiencia a su trabajo como líder de una organización dedicada al control de la enfermedad?

Estuve trabajando en el control del cáncer durante 30 años antes de ser diagnosticado. Un par de cosas cambiaron para mí, tanto a nivel personal como profesional. La enfermedad tiene un impacto no solo en la persona, sino también en las familias, los niños y las redes de apoyo. Es una enfermedad que afecta a muchos. Aprendí sobre la importancia de la investigación; los tratamientos que me dieron me mantuvieron vivo, ya que el cáncer que tuve no tiene un pronóstico muy bueno. Tuve la suerte de estar en Australia, donde tuve acceso a tratamientos asequibles. Si los tratamientos actuales fallan, tengo acceso a CAR-T, que ha tenido resultados muy buenos. Esto refuerza que la investigación sobre el cáncer no es trivial; realmente salvas vidas, incluyendo la mía. Antes tenía una apreciación objetiva, pero ahora, por razones obvias, es diferente. Sigo siendo optimista; fue una ironía ser diagnosticado justo antes de convertirme en presidente, pero la experiencia me ha enseñado mucho.

© Mètode 2025

Licenciada en Periodismo, Universitat de València.