Entrevista a Mireia Coscollá

«Convivir con el coronavirus va a ser algo progresivo»

Bióloga e investigadora del programa Ramón y Cajal en el Instituto de Biología Integrativa de Sistemas I2SysBio(Universitat de València - CSIC).

Mireia Coscollá es bióloga especializada en sistemas de patógenos bacterianos e investigadora del programa Ramón y Cajal en el Instituto de Biología Integrativa de Sistemas I2SysBio(Universitat de València – CSIC). Desde su doctorado ha centrado sus investigaciones en dos ejes principales: la genética de poblaciones y la evolución de patógenos microbianos integrados en la epidemiología molecular, con el objetivo de estudiar y desarrollar herramientas para abordar problemas relevantes para la salud pública. Desde el inicio de la pandemia trabaja en un proyecto de epidemiología genómica para predecir la evolución del coronavirus.

Con motivo del Día Darwin, que se celebra el 12 de febrero, el Centre de Cultura Contemporània Octubre celebrará la conferencia «Conviure amb el coronavirus». En la conferencia participarán Mireia Coscollá y Pilar Domingo-Calap, investigadoras del programa Ramón y Cajal en el Instituto de Biología Integrativa de Sistemas I2SysBio. El acto, que estará moderado por la periodista Reis Juan, tendrá lugar el 8 de febrero a las 19:00 h en el Bar de Ciències de la cafetería del Octubre Centre de Cultura Contemporània. La asistencia es gratuita, previa inscripción a través de este enlace. Hablamos con Mireia Coscollá sobre el estado actual de la pandemia y sobre cómo será la convivencia con el coronavirus.

Nos encontramos inmersos en una ola del coronavirus en la que predomina la variante ómicron, cuyos síntomas se han equiparado con los de un resfriado. ¿Es cierto, o deberíamos tener más cuidado a la hora de hacer esta afirmación?

No creo que haya datos suficientes para decir que esto es un resfriado. Es verdad que ahora, con la inmunidad que tenemos y con las características de esta variante muchas personas pasan el virus como un resfriado, pero no es igual, está mandando a mucha gente a la U.C.I., mucha más que un resfriado común. No creo que debamos hablar de ómicron como un resfriado.

En los últimos días se ha empezado a hablar del subtipo BA.2, al que están llamando «la variante silenciosa». ¿Qué se sabe de este subtipo?

Todavía es bastante pronto, pero tenemos algunas indicaciones que apuntan a que puede ser más contagioso, y también hay algunos apuntes a que quizá no evadiría el sistema inmune tan eficientemente como lo hace ómicron, por lo que podría controlarse mejor. Ambas podrían ser buenas noticias para la pandemia. Aun así, hay que tomar los datos con cautela porque aun hay pocos. Se ha llamado silenciosa y esto ha dado lugar a error, porque hay gente que afirma que las PCR o los test de antígenos no detectan este subtipo, y eso no es así. Lo detectan perfectamente, pero no se detecta que es ómicron, por eso se le ha llamado «silenciosa».

¿Cómo se está llevando a cabo la vigilancia de estas variantes en los laboratorios?

Se está vigilando en muchos países y de forma no homogénea: hay países en los que se está haciendo una gran labor de secuenciación, lo que permite una mejor vigilancia, y hay otros países en los que no se está secuenciando casi nada. En España, se está haciendo un seguimiento de las variantes basado en que los hospitales o centros de diagnóstico secuencian un porcentaje, que no es muy grande, y lo envían al Instituto de Salud Carlos III para que centralice esta información. Es un buen seguimiento, pero sería mejorable. Se podría mejorar, por una parte, teniendo un mayor porcentaje de muestras secuenciadas, más homogéneo entre territorios. Además, sería conveniente que no solo se reportaran los números de cada variante y sus mutaciones, sino que se compartiera la secuencia del virus, porque si solo se comunica una parte no puede encontrarse nueva información, es decir, no pueden encontrarse nuevas variantes. En muchos casos no se está haciendo un control tan exhaustivo porque los recursos son limitados, y compartir esta información requiere de recursos humanos y computacionales.

Parece que conforme avanza el virus, está mutando hacia variantes con una sintomatología más leve. ¿Esto podría indicar que podremos controlar la enfermedad y se transformará en endémica?

Que mute a variaciones más leves no es una generalización que podamos hacer con los virus, porque no sabemos lo que va a suceder. Es verdad que la variante más reciente parece ser un poco más leve, pero ha sido solo un paso en su evolución. También ha evolucionado a una variante más transmisible, lo que aumenta su gravedad, porque aunque el porcentaje de hospitalizaciones sea mucho más pequeño, al infectarse mucha más gente el número absoluto de gente en el hospital puede ser mayor. No todos los virus evolucionan siempre a versiones más leves, es una falsa concepción. En el caso del SARS-CoV-2 no hemos visto una evolución de la atenuación de la virulencia muy clara. Lo que sí puede afirmarse es que el aumento de la inmunidad que estamos teniendo hace que la presentación de la enfermedad sea menos grave: no es solo que una determinada variante sea más leve, sino que estamos mucho mejor preparados para luchar contra ella. En cuanto a convertirse en algo endémico, claro que podremos llegar ahí en algún momento. Pero que una enfermedad sea endémica no significa que sea leve: la malaria, por ejemplo es endémica y no por ello leve.

Frecuentemente se habla de la necesidad de convivir con el coronavirus. Cuando se plantea esto, ¿hablamos de volver a una vida como la de antes de la pandemia o de adaptar la vida a esta nueva realidad?

Creo que convivir con el virus va a ser algo progresivo; va a haber unas etapas con un modo de vida diferente al de antes de 2020, y conforme vayamos controlando la pandemia irán desapareciendo las medidas para tener una vida como la que conocíamos antes. A lo mejor no será idéntica e incorporamos algunas de las medidas a las que ahora estamos acostumbrados.

«Que una enfermedad sea endémica no significa que sea leve: la malaria, por ejemplo es endémica y no por ello leve»

¿Qué medidas o restricciones piensa que serán necesarias para convivir con el coronavirus?

Por una parte, la ventilación. La calidad del aire es algo que esta pandemia ha hecho que se tenga que abordar necesariamente. En segundo lugar, pienso que mejorarán las medidas de vigilancia y prevención de enfermedades respiratorias a nivel de salud pública, y esto puede incluir un reforzamiento de la atención primaria. Y quizá también las mascarillas se mantendrán, no de forma generalizada como hasta ahora pero sí de forma voluntaria en determinadas situaciones: al subir en un avión, al visitar a un bebé o a una persona vulnerable… . Creo que son tres medidas que es probable y sería positivo que podamos incorporar.

¿Piensa que la tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus será suficiente o necesitaremos vacunarnos más, como en el caso de la gripe?

No podemos saberlo aún. Por el momento es suficiente, pero cuando haya una nueva generación de vacunas, si logramos tener algunas que impidan la infección y disminuyan la transmisión, creo que sí será necesario incorporarlas. No estoy segura de que sea necesario un patrón de vacunación anual como el de la gripe.

© Mètode 2022
Graduada en Periodismo por la Universitat de València.