José Luis Rubio: «Para escribir ciencia en prensa hay que hacerlo de forma atractiva»

Fundador y primer director del Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE-CSIC)

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jlrubio_portadaMarcos Morales

José Luis Rubio es el fundador y primer director del Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE-CSIC). Su labor investigadora ha sido múltiplemente reconocida con un amplio número de galardones, como el Premio Rey Jaime I de Protección del Medio Ambiente en 1996. Recientemente ha publicado Pasión por la tierra. Crónicas de naturaleza y territorio, un conjunto de 94 artículos de opinión escritos por el científico en el diario El Mundo. Estos artículos, según el propio autor, ofrecen dos perspectivas de la naturaleza: «La sensorial y estética que nos rodea y nos emociona y, por otra parte, la que busca entender y descifrar lo oculto». Conversamos con él para conocer un poco más sobre su labor como investigador y divulgador.

Es fundador y primer director del Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE-CSIC). ¿Qué proyectos están desarrollándose?
Somos el único centro de desertificación en ambientes mediterráneos e incidimos principalmente en la problemática de los procesos de degradación del suelo: impacto de los incendios forestales, problemas de erosión, salinización, contaminación… Asimismo, también estudiamos la restauración de zonas degradadas y de suelos postincendio. En este sentido, establecemos directrices para un uso más sostenible del territorio incidiendo en la evaluación y planificación del mismo. Uno de nuestros grupos, además, trabaja en la interfaz suelo-vegetación estudiando la distribución de semillas, la recolonización vegetal y la adaptación de especies mediterráneas.

¿Qué finalidad persiguen estas líneas de investigación?
Fundamentalmente, la protección del territorio. El entorno mediterráneo es un entorno muy rico en biodiversidad y potencialidad biológica, pero a su vez es muy frágil y vulnerable. Nosotros intentamos aportar directrices, información y conocimiento para fomentar la resiliencia –capacidad de respuesta– de este entorno y así tratar de paliar los problemas de desertificación y cambio climático.

Su formación es de ingeniero agrónomo. ¿De dónde nace su vocación divulgativa?
A lo largo de mi trayectoria he incidido en aspectos principalmente del ámbito de la investigación, pero también me he dedicado a temas de gestión y asesoramiento científico a organizaciones nacionales e internacionales. Sin embargo, siempre he intentado dedicar una atención especial a transmitir a la sociedad el interés y asombro por nuestro medio natural así como la alerta y sensibilización hacia sus amenazas. Esta vocación divulgativa nace del deseo de transmitir a la sociedad esa fascinación por los secretos, trucos y sorpresas del misterioso mundo que nos rodea.

¿Cómo valora su labor como columnista en el diario El Mundo?
Fue una tarea difícil al principio porque, a diferencia de la escritura científica, esta tenía que atender a un público muy amplio. Por tanto, no podía caer ni en generalidades, ni en excesivos tecnicismos, ya que si no mis explicaciones serían incomprensibles. Muchas veces los filtros de estas columnas eran mis propias hijas que las leían antes de que se publicaran y me daban su opinión. Además, para escribir ciencia en prensa tienes que hacerlo de forma atractiva que capte al lector. En conjunto he de decir que fue una experiencia comprometedora pero muy gratificante.

jlrubio_lateral¿Por qué la publicación de Pasión por la tierra?
Escribir para la prensa puede ser un tanto efímero, pero la publicación Pasión por la tierra le da una mayor permanencia a estas columnas y abre un abanico de posibilidades de difusión para que puedan llegar a sectores más amplios y variados.

¿Qué opina de la divulgación científica?
Existe un problema institucional con este tema y es que las evaluaciones científicas no solo no valoran las labores de divulgación, sino que incluso las penalizan. Es decir, las actividades de difusión no se promocionan. Esto es un hándicap porque hace que cada científico trabaje solo los temas o actividades por las que va a ser valorado. En cualquier caso yo decidí que nuestro entorno tiene una historia muy importante que contar, con lo que transmitir lo que ocurre y el porqué ocurre es una aventura fascinante.

¿Por qué este compromiso con el entorno mediterráneo?
Nuestro entorno es el segundo entorno natural más rico en biodiversidad del planeta, pero al mismo tiempo, como ya he dicho, uno de los más vulnerables. Esta ironía es poco conocida, y además en las últimas décadas el impacto del cambio climático nos identifica como una de las zonas con mayores riesgos y vulnerabilidad. En general, en la sociedad mediterránea existe una falta de percepción y aprecio por nuestro entorno y, creo, es una obligación para la comunidad científica llamar la atención sobre esta situación.

¿Cómo piensa que se afrontará el cambio climático en los próximos años?
No tenemos que plantear el cambio climático tan solo desde el punto de vista negativo, sino como una oportunidad para la mejora. Mejora en el modelo de rendimiento energético, en la disminución de emisiones, en los usos del territorio, en el transporte, en la ecoeficiencia, en los recursos hídricos… Todas estas actividades son oportunidades de innovación que pueden dar lugar a desarrollos económicos y a la potenciación de un entorno más rico y realmente sostenible.

Por último, ¿cómo ve la implicación de la sociedad en la ciencia?
Desgraciadamente en España no tenemos la tradición de valoración y de aprecio científico que existe al menos en el mundo anglosajón. Esto es un problema serio porque la investigación es necesaria en casi todos los aspectos vitales y sociales, así como en su traducción en avances tecnológicos que es lo que garantiza el bienestar y la calidad de vida. En nuestro país –salvo excepciones muy notables– dedicarse a la actividad científica no tiene un gran reconocimiento, y esto es un muy serio inconveniente en todos los aspectos ambientales, económicos y sociales. Solo por mencionar un tema concreto, la evolución del cambio climático nos va a exigir adoptar soluciones inventivas que van a requerir de una capacidad técnica importante que actualmente es casi inexistente.

Marcos Morales Peláez. Estudiante de Biología de la Universitat de València.
© Mètode 2016.

© Mètode 2016

Estudiante de Biología de la Universitat de València.