Investigar la medicina desde la perspectiva de género

La endocrinóloga Carme Valls-Llobet habla de los estereotipos de género que se mantienen en la medicina actual 

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Fernando Morant

Hasta la década de los noventa del siglo pasado las mujeres eran prácticamente invisibles para la ciencia médica. Desde la investigación básica hasta la práctica médica habitual, la mujer ha sido tratada desde los parámetros correspondientes a los hombres. Esta situación ha conllevado creencias generalizadas como que las mujeres sufren menos infartos de miocardio que los hombres, o que son más susceptibles de padecer una enfermedad mental. Carme Valls-Llobet, endocrinóloga y especialista en género y salud, ha participado en las jornadas sobre la inclusión de la igualdad en la investigación científica que ha organizado la Universitat de València.

Aunque actualmente en las facultades se continúa enseñando que, desde el punto de vista médico, hombres y mujeres son iguales, la introducción de la perspectiva de género en las investigaciones permite demostrar que no es así. Por ejemplo, durante los años ochenta y noventa sólo participaron hombres en los estudios sobre el infarto de miocardio, lo que llevó a la conclusión de que básicamente eran los hombres quienes lo padecían. La inclusión de las mujeres en estudios posteriores aportó nuevos datos, sobre todo respecto a sus síntomas, que son muy diferentes y que en muchos casos dificulta su diagnóstico y tratamiento. En las mujeres el infarto de miocardio se manifiesta como un malestar abdominal y náuseas y el dolor no se irradia al brazo izquierdo como en los hombres, sino que se hace sentir en la mandíbula.

Otro caso es cuando se invisibilizan quejas y síntomas porque desde un primer momento se asocian a la salud mental, cuando en muchas ocasiones están relacionados a otros factores. Es lo que ocurre con los disruptores endocrinos ambientales, que afectan especialmente a las mujeres, y que en muchos casos están detrás de una anemia o de un hipotiroidismo, algunas manifestaciones de los cuales se parecen a la ansiedad o la depresión. La no inclusión de forma sistemática en las analíticas ambulatorias de la prueba de la tiroxina, o de un control más exhaustivo de la ferritina, hace que estas dos enfermedades pasen desapercibidas y que las mujeres acaben medicadas con psicofármacos. Una situación que es bastante frecuente, pero que no es normal.

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MediaUni-Universitat de València

«Durante los años ochenta y noventa sólo participaron hombres en los estudios sobre el infarto de miocardio, lo que llevó a la conclusión de que básicamente eran los hombres quienes lo padecían»

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MediaUni-Universitat de València
En la izquierda de la imagen, Carmen Valls-Llobet. En la derecha, Capitolina Díaz, profesora de sociología de la Universitat de València y presidenta de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT).

«Carme Valls-Llobet considera que, veinticinco años después de los primeros estudios de investigación médica con perspectiva de género, los estereotipos están todavía muy presentes en la medicina actual»

 

 

 

Así, la doctora Carme Valls-Llobet considera que, veinticinco años después de los primeros estudios de investigación médica con perspectiva de género, los estereotipos todavía están muy presentes en la medicina actual. Unos estereotipos que hacen que los problemas de salud que padecen las mujeres sean invisibles, que las sitúan en una situación de inferioridad y que, además, hacen que sean controladas mediante tratamientos médicos basados ​​en el miedo o en la administración inadecuada de ansiolíticos o antidepresivos. Carme Valls-Llobet ha publicado, entre otros, los libros Mujeres, salud y poder (Cátedra, 2009) y Mujeres invisibles (Debolsillo, 2006).

La conferencia de Carme Valls-Llobet se enmarca dentro de las jornadas sobre la inclusión de la igualdad en la investigación científica que durante los meses de mayo y junio se lleva a cabo en los diferentes campus de la Universidad de Valencia. Organizadas por la Unidad de Igualdad, su objetivo es sensibilizar al profesorado sobre el sesgo de género que hay en la investigación científica. Las jornadas también tienen como finalidad capacitar a los investigadores y las investigadoras para que puedan incorporar la perspectiva de género en sus proyectos de trabajo tal y como se establece en el programa HORIZON 2020 de la Unión Europea.

Empar Pons Barrachina. Periodista, Valencia.
© Mètode 2015.

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MediaUni-Universitat de València

© Mètode 2015

Periodista, València.