Sistema Humboldt-Rodríguez
La artista valenciana Nuria Rodríguez combina ciencia y arte en una exposición en La Nau
Nuria Rodríguez caracteriza su exposición Sistema Humboldt. Pensar/Pintar de aventura. «Es el resultado de una travesía personal en la que he ido desarrollando diferentes alter egos, y Humboldt es el nexo ideal», afirma. Artista y profesora en el Departamento de Pintura de la Universitat Politècnica de València (UPV), Nuria Rodríguez es doctora en Bellas Artes y titulada en Diseño Industrial por la Escuela Superior de Diseño de Valencia. Asegura que, en el desarrollo de su obra, a menudo se ha perdido en su disfraz de historiadora. Según la artista, en su recreación de los pasos de Humboldt por el Mediterráneo, a veces no ha sido capaz de diferenciarse a sí misma de su alter ego. Y se reconoce exploradora, pero del tipo que el naturalista alemán representaba, el que no pretende aspirar a una meta paradisíaca. «Él nunca subió la montaña más alta. Él buscaba conexiones, trataba de comprender el mundo», explica la artista sobre Humboldt. Ahora, el Centre Cultural de La Nau de la Universitat de València recoge el resultado de un viaje en el que Nuria Rodríguez se embarcó hace años, una exposición que se podrá ver hasta el 10 de mayo y en la que se entrelazan ciencia y arte, Humboldt y la experiencia personal de la artista valenciana.
Hay una pregunta que articula toda la exposición, y que recibe al espectador:
«¿Por qué coleccionar todas las montañas,
todas las islas, todas las piedras,
todas las plantas, todas las palabras,
todas las cosas, una y otra vez?»
Nuria Rodríguez considera que la respuesta a este interrogante está en el momento. «Cada época necesita nuevas respuestas», explica, y resalta la necesidad de realizar una nueva lectura de las cosas, para acondicionarlas a aquello que el ser humano ha ido haciendo. La exposición es así, de alguna manera, una unión de la lectura pasada de Humboldt, y la presente de Rodríguez. La propia artista valenciana se considera a sí misma, y de forma similar a la que lo fue el explorador alemán, una pensadora romántica. Su idea del concepto es, además, concreta, y remite a María Zambrano y Aristóteles: a la convivencia de la parte racional y la poética. Para Nuria Rodríguez, un pensador romántico es aquel que tiene «una mirada hacia la naturaleza en la que se vuelcan los propios sentimientos, pero desde el punto de vista de la observación científica». Hay una frase de Humboldt escrita en una de las paredes de la exposición mediante la cual la artista ha fijado esta idea, que pasa a formar parte del resto de obras que componen la muestra:
«Así como la inteligencia y las formas del lenguaje, el pensamiento y el símbolo, están unidos por lazos secretos e indisolubles, del mismo modo también el mundo exterior se confunde, casi sin advertirlo, con nuestras ideas y nuestros sentimientos».
Para Nuria Rodríguez, este planteamiento deja claro una realidad inevitable: es imposible tener una mente racional ajena a los propios sentimientos. «Ves a través de aquello que conoces», sentencia.
Este sesgo propio y emocional es palpable en la propuesta expositiva de la artista, en la que elementos naturales, textos científicos, documentales y demás material se unen a recuerdos, frases, libros y objetos del pasado de Nuria Rodríguez. «El material que el espectador se va a encontrar es muy diverso: hay cuadros de gran formato, láminas pintadas, objetos de carácter surrealista…», indica la artista. «Para mí, es como si la exposición fuera un mapa, y cada cosa tiene una ubicación coherente». El visitante que acude a La Nau es recibido por un catálogo de 48 palabras, «que reflejan la parte analógica del proyecto, encontradas a partir del azar» y ordenadas alfabéticamente. No obstante, esta organización se rompe más tarde en la exposición. «Quería explicar que el orden tradicional, ahora mismo y por la parte digital, se ha roto. Que los nuevos modelos de acceder a la información han roto con nuestra manera de leer, de izquierda a derecha o de arriba abajo». Es por ello que el glosario de palabras con el que cuenta la web de la exposición nunca aparece con un orden fijo. «Nunca se va a poder entrar a la colección de términos de la misma manera», declara Nuria Rodríguez al respecto.
La artista destaca también en su muestra la importancia de incluir una mirada de género en el descubrimiento de la naturaleza y la relación con esta. «Considero un sesgo importante preguntarse cuántas mujeres exploradoras o aventureras ha habido. Así que el espectador encontrará libros como El viaje de Egeria, que habla de la primera mujer exploradora; o con una recopilación de mujeres aventureras de Cristina Morató. Las mujeres tenemos que ir a los lugares. Eso también es importante», desarrolla Rodríguez.
En la inauguración de la exposición Sistema Humboldt. Pensar/Pintar, el pasado 20 de febrero, indicaba el vicerrector de Cultura y Deporte de la Universitat de València, Antonio Ariño, que el catálogo podría en realidad, y perfectamente, titularse Sistema Humboldt-Rodríguez. Y en ese momento Nuria Rodríguez sonrió y afirmó tener fascinación por «aquellas personalidades que han intentado hacer un compendio del conocimiento científico relacionado con el arte». Pero no es difícil para el espectador darse cuenta de cómo, con su obra, la artista se ha convertido, por sí misma, en una de esas personalidades que lleva tanto tiempo admirando.