«A vivir la ciencia», de Pere Estupinyà

Entre corazón y cerebro, ciencia

A vivir la ciencia. Las pasiones que despierta el conocimiento. Pere Estupinyà. Debate. Barcelona, 2020. 256 páginas

Imaginad que un día os da por clasificar en categorías las fotografías de vuestra vida. Dependiendo de vuestra edad, tendréis fotos en papel, en formato digital o ambas. ¿Qué categorías usaríais? Quizás seáis pragmáticos y lo hagáis en función de lugares y años, pero ¿os atreveríais a ordenarlas por las emociones que os despiertan? Pues eso ha hecho Pere Estupinyà con toda una vida divulgando en la tele, la radio y los libros.

Si tenéis un antojo divulgativo y abrís A vivir la ciencia, seguro que encontráis lo que os apetece. ¡Y casi todo producto nacional! El libro es el resultado de años de viajes y entrevistas a personal investigador de las universidades españolas y también de Europa. Una relación tan próxima con la información científica no solo genera rigor sino también grandes pasiones que el autor ha usado para titular los capítulos. Por ejemplo, en «Indignación» os hablará de terraplanistas y antivacunas; en «Curiosidad» reflexionaréis sobre la posibilidad de vivir en Marte; y en «Diversión» os hará contar el número de pedos que os tiráis al día. A continuación, os explicaré mi relato científico preferido, pero sin deciros a qué pasión pertenece, para que no se me acuse de destripar nada.

Sandra vive en uno de los pueblos del norte de Valencia y un día, preparándose para ir a la escuela, se queja de dolor de espalda. Su madre le resta importancia porque a quién no le dolería la espalda cargando con 10 kg de libros. Pasan los días, el dolor no remite y la situación empeora. Sandra pierde coordinación y empieza la travesía de profesional en profesional hasta que llega el diagnóstico: leucemia.

El personal sanitario valenciano recomienda a la familia un tratamiento experimental que desarrollan de forma conjunta el Hospital San Juan de Dios de Barcelona y el Hospital La Paz de Madrid. Antonio Pérez, jefe de oncología del hospital madrileño, junto con su equipo, desarrollan las células CAR-T que implantarán a Sandra. La familia acepta participar en el ensayo clínico y se traslada a Barcelona. Pero, ¿qué son las células CAR-T? ¿Y de quién son? Son células de Sandra, pero ahora podrán curarla. Primero le tienen que sacar sangre y separar los componentes para modificar genéticamente los linfocitos T. Después, las células modificadas volverán a su torrente sanguíneo pero programadas para atacar las células del cáncer. ¿Creéis que Sandra va, hoy en día, al instituto con una mochila de 10 kg a las espaldas? ¡Pues sí!

Esta historia representa todo lo que apasiona al autor: la humanidad de los profesionales sanitarios que divulgan a la familia y a Sandra conceptos científicos complejos, el avance de la ciencia y la tecnología, y la cooperación entre entidades científicas. Y todo esto libre de sensacionalismo añadido.

A vivir la ciencia tiene dos capas de lectura. La primera va dirigida a los lectores y lectoras de divulgación. Pere Estupinyà recuerda que la divulgación es la herramienta que tiene la ciencia para mejorar la vida de Sandra y de todas las personas. La segunda capa de lectura es un ejercicio de metadivulgación encubierta que enseña cómo hacerlo. Y es que, si no es prosocial, no es divulgación.

© Mètode 2020 - 107. Océanos - Volumen 4 (2020)
Divulgadora inclusiva de ciencia (Valencia).