«Els noms dels éssers naturals», de Josep E. Oltra Benavent, J. Daniel Durà Colomar y Antoni Conca Ferrús
Perpetuar el patrimonio cultural ligado a la naturaleza y a sus habitantes
El tiempo pasa inexorablemente sobre todas las cosas y en su camino va tragándose para siempre muchos hábitos, costumbres, actividades y hechos que en el pasado parecían perpetuos. Con su desaparición también van cayendo en el olvido las palabras para denominarlos. Este proceso es especialmente dramático en el mundo rural tradicional, donde los cada vez más escasos habitantes atesoran un patrimonio lingüístico, identitario y cultural que quizá tan solo pervive en la frágil memoria de la gente mayor. Después, desaparecerá para siempre jamás.
Afortunadamente, no todo el mundo permanece pasivo ante este proceso y hay quien se enfrenta a él con dedicación y esfuerzo para dejar constancia escrita y, así, garantizar la permanencia de este valiosísimo saber popular. Esta cruzada etnológica ha tenido un activo y popular representante, entregado a la recuperación de los nombres, los usos y los dichos populares relacionados con las plantas. Todo el mundo sabe a quién me refiero: efectivamente, a Joan Pellicer. Las páginas de Mètode quedan como testigo de su tarea y, sobre todo, de su sabiduría. Pues ahora tres investigadores valldalbaidins, con el apoyo del Institut d’Estudis de la Vall d’Albaida que premió su proyecto en la convocatoria del Premio de Investigación de 2014, han tomado con valentía el relevo del maestro, ampliando la investigación a todos los seres naturales de su comarca. Y lo hacen con excelencia, con una obra exhaustiva y rigurosa que recoge el vocabulario local ligado a la naturaleza y a los seres que la habitan.
Los años de trabajo les han permitido recopilar casi un millar y medio de nombres populares, con las correspondientes variantes lingüísticas, de cerca de 700 especies. Han registrado las fuentes bibliográficas y han acudido a las fuentes fundamentales, a los vecinos de los pueblos de la comarca, a los que mantienen o recuerdan las palabras locales que se utilizan o se utilizaban para denominar a los animales, las plantas y las setas. Como no podía ser de otra manera, la presentación sigue el modelo de los diccionarios, pero con una voluntad enciclopédica donde cada entrada se enriquece con un extenso costumari que incluye dichos, adivinanzas, trabalenguas, cuentos, juegos populares, topónimos y, también, de conocimientos etnobiológicos sobre los usos, los aprovechamientos o las propiedades que ofrecen los seres naturales. Tampoco han olvidado la lengua y presentan toda la información con la correspondiente transcripción fonética, siguiendo el Alfabeto Fonético Internacional, el más utilizado y adecuado para este tipo de obras divulgativas. Además, acabando de redondear la presentación e invitando a consultarla, una numerosa y cuidada muestra fotográfica facilita la relación de los nombres con los organismos a los que hacen referencia.
En definitiva, un libro atractivo y una consulta obligada para cualquiera con interés por la cultura, la lengua o la naturaleza, o básicamente, por el conocimiento de un patrimonio inmaterial que con esta obra queda definitivamente alejado de la maldición del olvido. Los vecinos de la Vall d’Albaida deben sentirse privilegiados, ellos son los protagonistas y los principales beneficiarios del contenido de este libro, pero sobre todo deben estar agradecidos a los autores porque su trabajo salvaguarda una parte de su patrimonio.