«Incendios forestales», de Juli G. Pausas

Incendios forestales. Una visión desde la ecología / Juli G. Pausas / CSIC / Libros de la Catarata, Madrid, 2012. 119 páginas.

Los incendios forestales son motivo habitual de preocupación y alarma social en nuestro país. Año tras año, las noticias sobre fuegos catastróficos llegan a las portadas de los medios de comunicación y ponen recurrentemente sobre el papel la cuestión de cómo hacer una buena política forestal. Desgraciadamente, son pocas las ocasiones en que el debate político y ciudadano tiene verdaderamente en consideración las aportaciones que los científicos pueden hacer. Y esto, a pesar del innegable esfuerzo divulgador que algunos especialistas brindan a la sociedad.

Una nueva obra, integrada en la estimable colección divulgativa «¿Qué sabemos de?», se añade a este caudal de información, seria, sensata y científicamente construida, que tan poco eco suele encontrar. Su autor, Juli Pausas, especialista en ecología del fuego que trabaja en el Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE) del CSIC, ha sabido sintetizar en poco más de cien páginas los fundamentos de su disciplina, haciéndolos accesibles al público interesado. Otra cosa será que este supuesto interés le lleve a adentrarse en ellos. Lástima por quien se lo pierda, pero lástima también por las muchas cosas convenientes que se pueden dejar de hacer por no leerlo.

El libro, con un moderado pero bien elegido acompañamiento gráfico, se desarrolla en cinco capítulos. El primero establece la condición inflamable, aunque diferencialmente, de los ecosistemas terrestres, al mismo tiempo que introduce el conjunto de conceptos básicos que los especialistas utilizan para establecer sus teorías. El segundo repasa la historia ambiental del fuego, tanto en las épocas anteriores a la presencia humana como, sobre todo, en la relación multisecular de ecosistemas, poblaciones humanas e incendios. Queda así establecido el eje argumental básico de la obra: el fuego ha sido y continuará siendo un factor muy importante para entender la evolución de la biodiversidad en muchas partes del mundo. Esta idea se hace muy patente en los siguientes dos capítulos. El tercero se centra en las adaptaciones de las plantas a los incendios, mientras que el cuarto nos ilustra sobre las estrategias evolutivas implicadas. Cierra el libro un capítulo de cariz más reflexivo, donde Pausas reclama, coherentemente con todo lo que ha expuesto, una gestión forestal que tenga en consideración todos los factores, ambientales y sociales, que están implicados, y llama a conjugar la defensa de los intereses de las personas con unas dinámicas ecológicas que tienen el fuego como elemento constitutivo. Un fuego que nunca puede ser prescindible en un contexto de verdadera sostenibilidad.

Algunas de las reclamaciones del libro de Pausas continúan siendo difíciles de digerir para muchas personas, incluso poniendo la mejor intención. Pero no porque el autor no haya justificado con precisión y al mismo tiempo con sencillez sus razones. La identificación entre fuego y catástrofe es un rasgo distintivo de las sociedades posindustriales contemporáneas y, en este sentido, una idea compartida por la mayoría de sus elementos, muy difícil de relativizar. Por otra parte, hay que reconocer que son demasiado comunes las circunstancias en las que el fuego acaba alcanzando comportamientos y dimensiones desastrosas, lo cual nutre la perspectiva mencionada. En todo caso, Pausas demuestra que hay buenas razones para entender las cosas de una manera un poco diferente. Al mismo tiempo, llama a una profunda redefinición –o incluso a la supresión– del paradigma que domina la gestión forestal. Es quimérico erradicar los incendios desde cualquier punto de vista; pero no es quimérica la sostenibilidad de los ecosistemas inflamables, siempre que nos procuremos nuevos modelos de interacción con unas masas forestales que muy a menudo contemplamos sin entenderlas en su íntimo pulso vital.