«La cuenta atrás», de Alan Weisman

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Cuando vi la primera referencia a este libro, rápidamente recordé otra obra del mismo autor, el periodista Alan Weisman, que había leído hacía unos pocos años. Se trataba de Un mundo sin nosotros. En aquel documento el autor hacía una especie de predicción de cómo podría cambiar el mundo en unas décadas o siglos si la especie humana desapareciera ahora por completo. Aquello, aunque basado en datos reales, era solo un juego para dejar muy patente la herencia que nosotros los humanos estamos dejando en el planeta Tierra, y que podríamos calificar de no muy «agradable».

Este nuevo libro no trata de hacer una predicción, más bien habla de una realidad abrumadora y pendiente de ser afrontada. El autor se pregunta (nos pregunta): ¿cómo continuar creciendo más en un espacio que no crece? Y nos da también la respuesta: es imposible. Somos siete mil millones de seres humanos en un planeta finito y la previsión dice que, si continúan así las cosas, alrededor de la década de los ochenta del presente siglo llegaremos a ser unos diez mil millones.

Como explica el autor en el extenso texto, los ecosistemas, los recursos naturales, tienen un límite, una determinada capacidad de carga que, a causa de la explotación intensísima que están sufriendo está siendo sobrepasada, no solo por el incremento continuo de la población mundial, sino también por los niveles de consumo, también en ascenso, de esta población. A partir de estas premisas se plantea la base del libro, la necesidad de desacelerar el crecimiento de la población en primer lugar y conseguir una progresiva reducción del número de habitantes humanos del planeta. Un planteamiento que, como mínimo, podría ser polémico si no fuera porque de él puede depender la propia supervivencia de la especie humana.

Utiliza de una forma muy acertada, al mismo tiempo que documentada (me ha llamado mucho la atención la extensa bibliografía que ha consultado el autor para escribir el libro, y que ocupa unas cien páginas), situaciones reales actuales como ejemplos de la continua «ocupación» que los humanos estamos haciendo de los ecosistemas naturales. Empleando ejemplos como el conflicto palestinoisraelí, la revolución verde, la protección de los gorilas de montaña en Uganda o el uso de los organismos modificados genéticamente, entre muchos otros, aparecen continuamente las interacciones que entre ciencia y supervivencia humana han ido entrelazándose.

Son ya conocidas las consecuencias que tendrá para el planeta (más bien para los actuales ecosistemas naturales y principalmente para el ecosistema humano), el traslado de los patrones de consumo y vida de los países del primer mundo al conjunto de la creciente población mundial. Sería irresistible, el precario equilibrio actual (si lo podemos llamar así) reventaría. La ciencia se plantea retos trascendentales para tratar de dar soluciones a estos problemas, los cuales, paradójicamente, han sido también potenciados por otras soluciones científicas tiempo atrás.

Sin embargo, como dice el autor en prácticamente todos los capítulos del libro, la solución pasa, sin ninguna duda, por la educación ambiental, reproductiva, sobre el consumo… Y hay buenos ejemplos de que esta funciona: los pueden encontrar también en este interesantísimo libro.

Víctor Benlloch Tamborero. Biólogo. Técnico del Centro de Educación Ambiental de la CV.
© Mètode 83, Otoño 2014.

 

99-83La cuenta atrás 
Alan Weisman 
Traducción de Francisco J. Ramos. Debate. Barcelona, 2014. 600 páginas.

«El libro plantea la necesidad de desacelerar el crecimiento de la población y conseguir una progresiva reducción del número de habitantes humanos del planeta»

 

© Mètode 2014 - 83. Los números de la ciencia - Otoño 2014
Centro de Educación Ambiental de la Comunidad Valenciana.