«Odón de Buen: Toda una vida», de Antonio Calvo Roy

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Cuando uno «se enfrenta» a una biografía de más de 200 páginas, espera por una parte objetividad documental y por otra una cierta dosis de motivación argumental para hacer digerible una vida ajena, a menudo densa y, en particular, tan extremadamente prolífica como la de Odón de Buen (1863-1945). En este caso, Antonio Calvo Roy ha elaborado un trabajo exhaustivo, nada sintético y bien cohesionado, rehuyendo la linealidad cronológica, referenciando acontecimientos, en pro de una coherencia narrativa capitulada, cerrando interrogantes y otros bucles argumentales un buen puñado de páginas después, como si de una novela negra se tratara. Sin embargo, es amable con el lector y no rehúsa ser redundante cuando la acumulación de datos lo requiere. 

Utilizando como marco conceptual las memorias (Mis memorias, 2003) y el diario personal de la etapa final de la vida del biografiado (pendiente de publicación), el autor nos presenta un joven proveniente de una familia humilde, que con once años ya impartía clases de repaso para pagarse los estudios, y que accedió a la universidad gracias al apoyo económico del Ayuntamiento de Zuera, su pueblo natal, y del Ministerio de Fomento de la época. Se muestra, además, su temprana vida política, influida en parte por Fernando Lozano, masón, librepensador y republicano, que le convertiría en un «publicista» bajo el seudónimo de Polemófilo en Las dominicales del libre pensamiento. Licenciado a los 21 años, doctor con 23 y catedrático a los 25, se describe un Odón precoz y crítico desde la propia incorporación a la universidad. Un científico bien consciente de que la ciencia no solo se desarrolla en los despachos y laboratorios, y que la «vulgarización científica» y el acceso a la formación deben constituir la base para el verdadero motor del cambio social, en palabras del biografiado «para que nos ayude la opinión es necesario que nos comprenda». Impulsor de una revolución tanto conceptual como institucional, artífice de la modernización de las ciencias naturales, defensor acérrimo del darwinismo, de estudiar la naturaleza en la naturaleza, y promotor de las primeras salidas naturalistas en la enseñanza universitaria, que llegaron a ser publicadas en los periódicos cuando su prestigio ya era más que evidente. Perseverante y enemigo de la mediocridad, consciente de representar el futuro institucional de la oceanografía en el estado, pero humilde y paciente para esperar una coyuntura favorable (por ejemplo, la transformación de barcos dedicados al contrabando de tabaco en barcos de investigación oceanográfica). Un Odón valiente y tenaz, más preocupado por el cómo que por el qué o por el quién.

Esta es una biografía que hará disfrutar no solo a los profesionales afines y a otros seguidores de Odón, sino a todo lector mínimamente sensibilizado sobre cómo la influencia de los cambios políticos, económicos y académicos puede condicionar a más de una generación. Una vida que, con permiso de Odón pero seguramente como él mismo habría deseado, trasciende su figura, constituyendo una excelente oportunidad para entender, a través de los ojos de un lúcido De Buen y trascrita sobre papel por un no menos lúcido Calvo Roy, la situación global entre las dos repúblicas: el testimonio de un tiempo no tan lejano, ni tan diferente.

Joan Josep Soto Àngel. Bioblau, grupo de estudiantes de Biología Marina.
© Mètode 83, Otoño 2014.

 

101-83Odón de Buen: Toda una vidaAntonio Calvo Roy
Ediciones 94. Zaragoza, 2014. 280 páginas.

«Esta es una biografía que hará disfrutar a todo lector mínimamente sensibilizado sobre cómo la influencia de los cambios políticos, económicos y académicos puede condicionar a más de una generación»

 

 

 

 

© Mètode 2014 - 83. Los números de la ciencia - Otoño 2014

Bioblau, grupo de estudiantes de Biología Marina.