La COVID-19 marcará a toda una generación. Muchos se preguntan por qué una sociedad moderna con sanidad universal, aunque con recursos limitados, ha debido confinarse, se ha paralizado la economía y tenemos nuestras actividades protocolizadas.
Quizás la dificultad de comprensión del fenómeno ha favorecido la oleada conspiranoica sobre los orígenes intencionados de la enfermedad, o el cuestionamiento de su existencia. Pero el ser humano es uno de los mamíferos que pueblan la Tierra y al interaccionar con el medio natural tiene contacto constante con patógenos que van buscando nuevos hábitats. Además, la explotación humana de nuevos territorios vírgenes nos acerca a virus y bacterias desconocidas y potencialmente peligrosas con la ayuda de la evolución.
Probablemente estos focos de infección, y las enfermedades modernas que provocan, al estar localizados en lugares remotos, no se propagarían sin los vuelos baratos y rápidos, la deslocalización de muchas empresas y la globalización del comercio. Así, un turista explorador de una selva poco trillada puede llevar un nuevo virus en pocas horas al corazón de Europa antes de presentar algún síntoma. Se trata de posibilidades muy reales. Pero hay muchos otros factores que hay que tener en cuenta y que han producido el caos actual. La periodista científica Sonia Shah lo explica en detalle en la obra Pandemia, de 2017, que se acaba de publicar en castellano con una actualización que trata la actual pandemia.
El cólera fue la primera enfermedad moderna que afectó a los humanos a partir del siglo XIX. Muchos de nuestros pueblos tienen crónicas de las varias oleadas que atacaron nuestro país. El libro, sin embargo, se centra en la afección que sufrió Nueva York en 1832 para mostrarnos los errores y aciertos de las tácticas usadas contra la enfermedad. Se analizan las causas de la extensión del cólera: las condiciones higiénicas y de infraestructuras, los problemas de corrupción de políticos y de empresas –algunas de las cuales todavía activas actualmente– el menosprecio a los trabajos y consejos de los científicos avanzados de la época que habrían parado la dispersión de la enfermedad…
A partir de las lecciones aprendidas de esta pandemia, que todavía causa brotes cada año en algunos sitios del mundo, la autora repasa las enfermedades modernas como el Ébola, el SARS, el MERS, el virus del Nilo Occidental, la enfermedad de Lyme, etc. Leyendo el libro comprenderéis el porqué del papel limitado de la Organización Mundial de la Salud en la actual pandemia del coronavirus, el problema de las bacterias resistentes, las enfermedades emergentes y la relación de estas con el cambio climático.
Las epidemias han acompañado a las diversas especies de homínidos durante toda la evolución. Hay bastantes evidencias de que han condicionado y modelado muchos aspectos de esta, como por ejemplo el sexo, la detección de nuevos patógenos y la distribución humana en el planeta. Somos realmente el resultado de una lucha feroz contra los antiguos patógenos.
Sonia Shah había vaticinado la actual pandemia y pocas de las medidas conocidas y efectivas que propone para prevenirla se han puesto en marcha. Y nos avisa: «Prevenir las pandemias pasará necesariamente por reorganizar las actividades humanas que las agravan».