Prehistorias de mujeres, de Marga Sánchez Romero
Manifiesto por una arqueología feminista
Afirma su autora, Marga Sánchez, que este es «un libro sobre las mujeres de hoy y sobre cómo la historia y la arqueología nos han ido situando en lugares poco visibles y marginales». Y sin ser eso falso, yo prefiero definirlo como un libro sobre la necesidad de una arqueología feminista. Porque Prehistorias de mujeres es un trabajo divulgativo, pero también marcadamente reivindicativo.
La obra se estructura en diecinueve capítulos, en los que ofrece ejemplos de las contribuciones de las mujeres en las sociedades prehistóricas, desde hace 3,6 millones de años en adelante. Pero no lo hace de forma cronológica, sino que va saltando en el tiempo según el tema. En ningún caso esta decisión hace difícil la lectura, todo lo contrario. Encontramos una redacción ágil y fresca, incluso divertida. Un texto sin tecnicismos ni palabras rimbombantes, y sin referencias bibliográficas que interrumpan el hilo –si bien se pueden consultar al final del libro–.
Prehistorias de mujeres es también una crítica a la arqueología, de la que se dice que es una disciplina científica que ha sustentado buena parte de las ideas que han justificado históricamente la desigualdad. Pero lejos de renegar o huir de ella, la autora confía en una arqueología feminista que consiga reparar estas desigualdades e «incorporar a las mujeres y a la infancia como protagonistas de la memoria colectiva y del patrimonio arqueológico, histórico y cultural».
Marga Sánchez, catedrática de Prehistoria en la Universidad de Granada y miembro del proyecto Pastwoman, teje este relato desde el «nosotras», historias en primera persona en oposición a los discursos históricos que durante siglos han minimizado, menospreciado e invisibilizado a las mujeres.
El ensayo parte de una idea clave: hemos generado una historia incompleta, ya que se han borrado a las mujeres de la narración. Los libros de texto, los museos o los documentales no hablan de las mujeres. Y es aquí cuando surge la primera pregunta: ¿por qué? Marga Sánchez nos traslada al siglo xix, cuando se organizan los primeros museos nacionales de arqueología y surge el sistema de las tres edades: de Piedra, del Bronce y del Hierro. Un sistema que ocultó el trabajo y las experiencias de las mujeres. Cuando se representan, son cuerpos maternales o cuerpos sexuados, pero no hay más variedad. No observamos mujeres tallando, pescando o cazando.
Así, del capítulo 1 al 10 vemos cómo se ha considerado a las mujeres en las sociedades prehistóricas, todo lo que se dice que no hacíamos, no podíamos o no nos correspondía hacer. Del 11 al 19, se centra en dónde se nos ha percibido pero, igualmente, ignorado. Y pese a ser un libro sobre las mujeres en la prehistoria, lo que relata Marga Sánchez en estas páginas es de plena actualidad. Nos habla de la poca consideración que han recibido las actividades esenciales; de cómo lo que no se mide económicamente se invisibiliza.
La autora no lo disimula: Prehistorias de mujeres es feminismo, es política. Pero es un activismo que confía en la ciencia como sustentadora de su discurso, un libro que hunde sus raíces en la prehistoria para construir, gracias a la arqueología feminista, la gran genealogía de todas las mujeres.