Un fenómeno de tanta trascendencia como es el cambio global y sus múltiples efectos ha merecido la atención de varios números de Mètode. En los últimos años, la preocupación ciudadana por lo que ya percibimos como la amenaza más grande para la humanidad no ha parado de crecer; al mismo tiempo, las Naciones Unidas han proclamado el periodo 2021-2030 como Década de las Ciencias del Océano para el Desarrollo Sostenible, reconociendo la estrecha relación que hay entre los océanos, el clima y el bienestar social. El mar es regulador del clima y reservorio de biodiversidad, es fuente de alimentos y otros recursos, vía de transporte, bien cultural y generador de industria turística; también es amenaza de riesgos naturales y, desgraciadamente, vertedero de desechos y residuos.
En este nuevo monográfico, profundizamos en algunos de los impactos principales, pero todavía poco explicados, del cambio climático y ambiental en el mar. Los artículos que presentamos analizan fenómenos de alcance global, como la acidificación, la desoxigenación y la subida del nivel del mar, así como el impacto de la contaminación. También tenemos espacio para estudios más locales, que toman el mar Mediterráneo como ejemplo de fenómenos que se producen en todas partes: el aumento de la temperatura del mar, el incremento de proliferaciones de algas en la costa y la pérdida de biodiversidad.
El conocimiento científico, basado en observaciones e interpretaciones informadas, tendría que orientar las decisiones de gestión de los recursos y del entorno, incluida la forma en que obtenemos la energía. Los investigadores que trabajamos estudiando el medio marino generamos buena parte del conocimiento necesario, como explicamos en este monográfico, a la vez que advertimos de las consecuencias de seguir funcionando tal como lo estamos haciendo actualmente. De los políticos esperamos decisiones basadas en este conocimiento.