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Los ríos constituyen un equilibrio natural frágil e inestable, en continua evolución, y sometidos a factores como el cambio climático o la acción antrópica. Esta misma perspectiva, aplicada a las cuencas mediterráneas, da todo un rosario de factores de riesgo. Por una parte el caudal limitado, más bien escaso, de la mayoría de ellos, así como su variabilidad dependiente de las épocas del año. Por otra, las acciones antrópicas como motores de prácticas como la contaminación, que afectan de manera notable a los elementos de los ríos y hacen peligrar el ecosistema que forma todo el conjunto. Los embalses, las canalizaciones y trasvases de agua o la desaparición de la flora y la fauna autóctona de los ríos son otras circunstancias que hay que analizar. Posiblemente la protección de los bosques y humedales ha recibido tradicionalmente un mayor impulso en detrimento de los ríos, auténticos pasillos de vida con una gran potencialidad desde el punto de vista biológico y ecológico. En este monográfico, Mètode divulga los conocimientos y las investigaciones de una serie de especialistas de varias universidades del estado y de varios organismos, sobre aspectos relacionados con la ecología de los rios, como la biología de la nutria, la vegetación de ribera y acuática, las canalizaciones y la prevención de avenidas, la restauración ecológica, la fauna y flora de los ríos, las ramblas, los peces o la nueva cultura del agua. La contaminación en el río Segura, las canalizaciones de los barrancos del Poyo o del Carraixet en L’Horta y, más recientemente en el tiempo, la construcción del inutilizado canal Xerta-Càlig, o, a escala internacional, acontecimientos como la construcción del embalse de las Tres Gargantas en China, son temas que ponen de actualidad los ríos y el agua. Punto aparte merece el plan hídrico estatal, que ha puesto en el centro del debate público la política de trasvases y su impacto ambiental. Con este macroproyecto se pretende trasvasar agua desde el curso bajo del Ebro hacia las cuencas del sur, es decir, desde la llamada España húmeda hasta la España seca, empleando la terminología oficial. Este debate, siempre actual, del agua y el estado de los ríos pone de manifiesto, al menos, que los ríos –las arterias de la tierra– son un elemento fundamental para la supervivencia humana, y además para la conservación del entorno y la calidad de vida de las personas. Cada vez más, aquella visión medieval de los ríos como un obstáculo al progreso y un riesgo –que lo tienen– queda más lejos en el tiempo. En esta década, y más en el futuro, adquiere especial importancia la cara verde y humana de los ríos, así como la fuente de riqueza cultural y ambiental que son. Monográfico coordinado por Antoni Aguilella. Director del Jardí Botànic de la Universitat de València. |
Foto: V. Rodríguez |
