Introducción: Todo es química

Retos para un futuro sostenible

Aprender a transformar la materia –bien cocinando los alimentos o transformando los minerales en materiales para construir herramientas– ha sido clave para la conformación de las sociedades humanas. Todo lo que somos y hacemos es, de alguna manera, química. En el Siglo de las Luces, con el lúcido impulso de Antoine Lavoisier y su mujer Marie Anne Paulze, este saber antiguo se convirtió en disciplina científica. Como cuando cae una chispa a un reguero de pólvora, esta encendería las principales transformaciones sociales del siglo XX. Emergieron nuevas industrias que llenaron nuestras vidas de vistosos materiales, los plásticos, con usos casi infinitos; que diseñaron nuevas generaciones de medicamentos que acabaron con enfermedades endémicas, y que proporcionaron aditivos a la agricultura –fertilizantes y pesticidas–, gracias a los cuales se elevó la producción de alimentos a una escala sin precedentes. Sin duda, la química ha mejorado nuestra calidad de vida, pero algunas veces ha sido mal utilizada y ha quedado eclipsado el importante papel que ha tenido, y que tiene, en el desarrollo de un mundo que, necesariamente, cada vez debe ser más sostenible.

En la actualidad, este papel protagonista puede parecer relevante para otras disciplinas. La edición genética o las indagaciones en el mundo subatómico concentran ahora la atención de la investigación científica. Así pues, en un momento en que la ciencia es cada vez más multidisciplinaria, ¿podemos prever que la química vuelva a ser capital para los retos de nuestra civilización?

A lo largo de este monográfico se argumenta que sí. Ante un futuro marcado por la incertidumbre, provocada especialmente por la crisis climática, la química todavía nos ha de proporcionar cartas importantes para jugar las próximas manos. Entre estas, herramientas para repensar el modelo productivo; nuevas tecnologías que permitan cambiar el modelo agrícola para rebajar sus emisiones; estrategias para facilitar la disponibilidad de los materiales para una transición energética racional, y elementos que permitan profundizar en el cuidado de la salud global, es decir, tanto humana como ambiental. En definitiva, muchas razones que demuestran que esta vieja ciencia todavía no ha dicho la última palabra.

© Mètode 2024 - 121. Todo es química - Volumen 2

Doctor en Química y profesor asociado del Departamento de Historia de la Ciencia y Documentación de la Universitat de València (España).