La creciente interacción con máquinas plantea una serie de cuestiones sobre las que no hay experiencia y tampoco una predicción fiable para saber cómo influirán en la evolución de la sociedad.
Disfrutemos del rábano rojo: busquemos un puñado de simientes, hagámosle un lugar en el huerto y fácilmente lo podemos tener casi todo el año en la mesa.