La observación del cielo nos conecta con las civilizaciones más antiguas, con su saber y sus descubrimientos que se han transmitido con palabras a lo largo de los siglos.
El cambio horario altera la vida en octubre y especialmente en marzo, cuando el cambio es más agresivo. Cada vez más la ciudadanía rehúsa cambiar la hora.
La constelación de Orión destaca en el cielo nocturno del invierno por sus tres estrellas brillantes y en línea. Al final del otoño la vimos, inmensa, saliendo por el horizonte este al caer la noche. Cuando se acabe el invierno la veremos bajar hacia el oeste en las primeras horas del atardecer. Nos ofrece una bella vista, pero la mitología nos cuenta una historia muy diferente.