En Sarlat, ciudad del Perigord con un núcleo medieval espléndido, tienen un mercado cubierto dentro de una iglesia desacralizada. Se ocupó de la reforma el arquitecto Jean Nouvel, nacido en Fumèl.
«Me gustaría adentrarme en las mentes actuales y mirarlas con ojos de topólogo. Me temo que me estremecería», dice Ramon Folch en su columna para el número 70 de Mètode.
La ciencia es hija de un método que mide y compara. Sin medidas, el pensamiento se convierte en impreciso. Pero los evaluadores ambientales no disponen de termómetros. Ponen la mano en la frente de la criatura pachucha y fruncen el ceño.
Durar significa mantener la continuidad. Si se dura, se tiene tiempo para hacer que pasen cosas. O para que las cosas pasen solas, que acaba pareciendo lo mismo.
El caso es que la pulcritud de nuestros huertos y cultivos era de verdad excepcional. En toda Europa, también en el Extremo Oriente, milenios de agricultura feraz habían creado un imaginario rural rico, poblado de labradores competentes.
Me han asegurado que todo el mundo lo entendería. Lo dudo. «Sociofolcología»: ¿qué es eso? Martí Domínguez sostiene que viene a ser un sinónimo de «socioecología». Peor. Nadie sabe qué es la socioecología. Me consta porque me dedico a ella. Soy de los pocos que lo hace.