Una tarde de los años noventa estaba descansando en una playa de la República Dominicana después de un buceo en la bahía de Samaná con el equipo del Acuario de Santo Domingo (probablemente la mejor instalación de fauna acuática de toda América Latina).
En homenaje a Jorge Wagensberg (1948-2018) publicamos su columna más reciente para Mètode: «¿Puede pensar una máquina?». Este texto corresponde al número 96 de la revista: Narrar la salud. Literatura y medicina.
En 1999 preparaba los contenidos del nuevo museo de la ciencia en Barcelona, que en 2004 abriría con el nombre de CosmoCaixa. Buscaba piezas con las que explicar suculentas historias de ciencia mediante una genuina museología científica.
La ilusión de todo ser vivo es seguir vivo. Lo que no se había visto nunca es un animal como Thaumoctopus mimicus, capaz de hacerse pasar con éxito ¡hasta por quince especies diferentes!
[caption id="attachment_57709" align="alignleft" width="320"] Diego Wagensberg. El ojo, 2006. Óleo sobre tela, 22 × 33 cm. Obra realizada por el pequeño Diego cuando tenía cuatro años..[/caption]
Un museo es una forma de conocimiento
La verdad absoluta y eterna existe, pero solo en matemáticas. El matemático es el único intelectual que maneja lo absoluto, lo eterno y lo infinito con toda normalidad. La verdad matemática es limpia, perfecta, coherente, autónoma, necesaria, bella, redonda y, sobre todo, es universal.
Hay muchas maneras de divertirse, pero, a juzgar por el calendario de festejos en España, nada puede igualar a un exceso de morbo sutilmente combinado con un defecto de compasión.
La obra de Jane Goodall, que en su tiempo fulminó la verdad científica vigente, está en las raíces del conocimiento que buscamos sobre nosotros mismos.
Todos los alfabetos en uso hoy en día tienen el mismo origen. Su invento fue un recurso simplificador que una egiptóloga israeliana atribuye a un coordinador de mineros: Khebeded.
Ponerse de pie como hizo el Australopithecus afarensis significó un primer hito para ver llegar a los depredadores con la antelación suficiente para ponerse fuera de peligro.
Cualquier obra tiene tres grandes protagonistas: su(s) creador(es), la obra en sí misma y su audiencia, por lo que conviene definir por lo menos cuatro magnitudes
La cultura empieza en el mundo animal con la evolución biológica ya bien madura. Es algo que no está en los genes sino que se descubre, se aprende y se transmite.
La física no depende de quien la mire. Es pura estética: la ciencia puede ser falsa, pero no fea. Y esta estética es pura simetría: no hay observadores de privilegio.
El tiempo se irá frenando cada vez más hasta detenerse del todo. El tiempo morirá y desaparecerá y el mundo quedará congelado en una última instantánea.
El mérito de una buena respuesta no está siempre en ajustarse a una pregunta sino en la noble facultad de reconducir o refrescar un gran debate, casi siempre por el procedimiento de rechazar una pregunta y plantear otra.
Ciencia y arte son dos formas de conocimiento. Comparar la una con la otra tiene interés tanto por aquello en lo que coinciden como por aquello en lo que difieren.