El sombrero hace referencia a nuestra incapacidad para ver la pérdida de biodiversidad global y la fragmentación de los hábitats.
Existe una idea errónea generalizada, principalmente por culpa de perversas prácticas agnogénicas, de que la nutrición es un campo complicado y difícil, que no sabemos realmente qué comer y que los profesionales de la salud no se ponen de acuerdo.
La degradación del Mar Menor no comenzó con la dramática imagen de toneladas de peces muriendo en sus orillas el pasado mes de octubre de 2019. Tenemos que remontarnos a principios de la segunda mitad del siglo pasado.
A los murciélagos se les ha situado en la diana por ejercer como reservorios naturales de patógenos zoonóticos que causan enfermedades como la rabia.
Mediante el uso de un flash externo situado por debajo de la hoja y aprovechando la textura de esta, retraté en su entorno a esta mantis.
Lejos de ser un ecosistema fantasma, y contra todo pronóstico, la vida se ha abierto paso en Chernóbil tras el gran desastre nuclear. Nos lo explica Germán Orizaola en esta entrevista.
Estamos ante una obra de arte por los dibujos y las fotos, pero que a la vez es una herramienta divulgativa de primer orden que nos mostrará una parte esencial de nuestro patrimonio natural y nos evidenciará la importancia de conservarlo.
El estudio de la evolución frente a la incertidumbre ambiental es crucial para entender la diversidad biológica, ya que diversificar las estrategias de vida es clave para sobrevivir y reproducirse en un ambiente incierto.
Si queremos preservar ecosistemas funcionales para el futuro y continuar disfrutando de sus servicios, también hay que proteger la diversidad filogenética y la funcional. Pero para hacerlo no basta con delimitar espacios protegidos.
Los enemigos naturales están entre los principales impulsores de las dinámicas de biodiversidad pero, a veces, producen graves pérdidas en la mayoría de las cuales los humanos están involucrados.