Las narraciones preparan nuestra mente para cualquier cosa o catástrofe que pueda venir. Los sueños mientras dormimos también constituyen un tipo de entrenamiento para a vigilia
¿Se puede estudiar la aplicación de la neurociencia a la educación manteniendo todos los detalles del método científico utilizado en neurociencia? O, todavía más básico, ¿se puede aplicar la neurociencia a la educación?
Imagine que tiene que describir, con un texto escrito y de manera pormenorizada, los movimientos que realiza con sus manos al atarse los cordones de los zapatos. Pruebe siquiera a imaginarlo, pero sin mover físicamente las manos.
La moralidad se define como «el conjunto de costumbres y normas que se consideran buenas para dirigir o juzgar el comportamiento de las personas en una comunidad», pero ¿alguna vez nos hemos parado a pensar si la biología ha jugado un papel clave en el establecimiento de estos valores morales en nuestra sociedad?
Cada mes, en la sección de libros de la revista Mètode, proponemos una serie de lecturas para complementar y potenciar la mirada científica de nuestros lectores y lectoras.
Una huella de la pisada de un rinoceronte, ¿qué tipo de signo es? Es un índice, es una representación icónica y puede convertirse en una imagen simbólica. Hay todo un mundo condensado en una simple huella.
Los individuos prosopagnósicos presentan dificultades para reconocer por el rostro a familiares, amistades e, incluso, a ellos mismos.
«Neurociencia y educación» es un libro muy recomendable para el profesorado de cualquier nivel educativo, para el futuro profesorado y para los investigadores (psicólogos, pedagogos, neurocientíficos) que se ocupan de problemas educativos.
«La nueva biología de la mente» explora la base biológica de diferentes condiciones como el autismo, la depresión, la esquizofrenia, el alzhéimer o las adicciones.
A principios del siglo XX, comenzó a surgir la idea de un «cine con olores». A pesar de los numerosos intentos de llevar los olores en las películas, estos no acabaron de funcionar porque el tamaño de las salas provocaba que los olores se perdieran o no dieran efecto en el momento deseado.