Enrique Gil Calvo

Catedrático de Sociología. Universidad Complu­tense de Madrid.

De las instituciones privativas de la humanidad, pocas resultan tan atrayentes y a la vez parecen tan intrascendentes como las fiestas. El humano es el único ser vivo que celebra fiestas, pero a la vez las fiestas se definen como actividades puramente fútiles, ociosas y gratuitas, que no sirven para nada práctico.
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