El origen de la vida es una de las cuestiones más apasionantes abordadas por la ciencia actual. Desde las clásicas propuestas de Oparin y Haldane en los años veinte del siglo pasado, se ha consolidado un cierto consenso en la comunidad científica según el cual la vida emergió a partir de la materia ina-nimada mediante un incremento gradual y espontáneo de complejidad bajo la influencia de ciertas fuentes de energía.