Pere Salinas: retórica del azul

obra Pere Salinas

Pere Salinas. Serie «Retórica del azul», 2015. Acrílico sobre papel, 21 × 28 cm.

No va ser mortal la ferida, ni lleuger el record.
Ni llum, la nit desballestada. Ni dolç,
el sanglot del vol. Ni trist l’oblit de l’ull d’un dia a l’altre.
Ni els passos que es despullen del peu nu.

Joan Navarro, O: Llibre d’hores, 2014

En el cada vez más complejo mundo del arte existen artistas chillones en el griterío pero también, y por suerte, artistas que gritan desde el silencio, desde la aparente simplicidad del trazo, de una mancha, de un color que incluso puede ser desvaído. Pero el suyo es un silencio activo, aquel que como lluvia fina penetra hasta el interior y allá estalla en toda su intensidad. Y Pere Salinas (Barcelona, 1957) es uno de ellos.

Atento al gran enigma de la creación, este barcelonés que ha encontrado cobijo en el Vallès (com el Vallès no hi ha res), sigue convencido de que, en este gran misterio que es la pintura y en consecuencia el arte, solo la sinceridad del sentimiento que brota del alma de manera casi virginal tiene sentido, intención y trayectoria.

En este remoto recordar de cosas oscuras, inmemoriales, cuyos roces perduran en el alma del artista, como tan bien explica Paul Klee, Pere Salinas va escribiendo su biografía artística llena de emociones y silencios, en los que busca ir más allá del puro engaño de la referencia. Más allá del trampantojo que complace a la mirada pero que desaparece en un suspiro, Salinas establece su quehacer en la extraña sensación de profundizar en la intensidad de la mancha, de la dispersión en apariencia descontrolada del color y la tinta sobre un papel al que va conquistando para establecer unos nuevos márgenes, unos nuevos límites, en los que asentar el poder subyugante de su seducción plástica, plantando bandera de emociones íntimas puestas al alcance del espectador para compartirlas en esa extraña comunión que es fuente y fundamento del arte.

«Pere Salinas provoca la mancha y deja que se extienda en la libertad dirigida por sus intenciones»

Al contrario de aquellos viejos amanuenses a los que se parece y admira en su pasión de ilustrar libros de autor, Pere Salinas provoca la mancha y deja que se extienda en la libertad dirigida por sus intenciones. Una libertad marcada por el color, aquí el azul, que viene a convertirse en mancha sonora que marca arpegios en los que los matices parecen desequilibrar la coherencia estructural de la obra cuando en realidad la sitúan en otra dimensión, en el camino de la percepción personal, de la simbología propia, en la que forma y color pactan nuevos diálogos que nos hablan de viejas historias y sentimientos compartidos por todos.

En esta eterna historia siempre explicada, la de las viejas pasiones y emociones, que es la que siempre desgrana el artista, Pere Salinas nos aporta un esteticismo natural, un deseo de belleza, un concepto de libertad, un sentido absolutamente vital y visceral; pero al mismo tiempo nos lo sirve bajo el dominio estructural, el cerebral, el del equilibrio conllevando una serenidad que va mucho más allá de la belleza formal, tan atractiva como agradecida, para conseguir llegar a ese sentimiento interior que nos aporta la riqueza que convierte el arte en alimento y fuente de energía y vida.

En la desnudez del arte, la retórica del azul nos lleva más allá de las imágenes para conquistar lo más preciado de nuestra alma sensible.

© Mètode 2015 - 86. Palabra de ciencia - Verano 2015
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Crítico de arte, Mataró (Barcelona).