
![]() Gabinete de Didáctica del Jardín Botánico de la Universitat de València |
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Un joven Darwin de 29 años presentó el 1 de noviembre de 1837, en la Sociedad Geológica de Londres, una contribución sobre la formación del manto vegetal. Darwin concluyó que las lombrices son las responsables de la formación del manto vegetal y que este es producto de su actividad digestiva. Casi cuarenta y cuatro años después, a la edad de 72 años, publicaría el libro donde recogía este estudio y, asombrosamente, fue uno de los más vendidos, más todavía que El origen de las especies. Darwin nos dejó la responsabilidad de continuar con sus observaciones y experimentos, y comprobar cuál es el papel de estos animales en la formación de los suelos, en la dinámica de la descomposición y el flujo de nutrientes y en el funcionamiento de los ecosistemas terrestres. Igual que Darwin, queremos dar a conocer estos animales y su papel en los hábitats. La observación es una forma divertida de potenciar la curiosidad hacia el mundo que nos rodea, y por eso os proponemos hacer una caja de lombrices. Las lombrices tienen un papel principal dentro de un ecosistema: son las encargadas de mezclar la tierra para conseguir que tenga las propiedades adecuadas para que las plantas puedan vivir. La materia orgánica del suelo (el humus) está formada por la biomasa muerta de los vegetales, pero también por el resultado del metabolismo de los microorganismos y por la acción de la fauna edáfica (de la tierra), como el caso que nos ocupa de las lombrices. Estos animales son fáciles de observar en el medio, buscando su huella, los turrículos, que son montoncitos de tierra formados por bolitas. Al finalizar el experimento devolvedlas a su lugar de origen para que continúen su tarea. Su actividad vital es muy beneficiosa para fertilizar el suelo, ya que intervienen en la descomposición de la materia orgánica actuando como digestores acelerados. Actúan mezclando la materia mineral, y el resultado es que sus excreciones o turrículos son ricas en nitrógeno. Además, las galerías que excavan en sus desplazamientos permiten incrementar la porosidad del suelo, lo que mejora la ventilación y movilización de agua, el intercambio de nutrientes y el crecimiento de las raíces vegetales. |
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Sujetaremos los listones de madera a las láminas de plástico con pinzas para construir la caja. Luego, depositaremos la tierra de diferentes colores por capas, lo que nos permitirá observar las galerías que excavan las lombrices, como podemos ver en la imagen inferior. |
«Las lombrices, como descubrió Charles Darwin, tienen un papel principal dentro de un ecosistema: son las encargadas de mezclar la tierra para conseguir que tenga las propiedades adecuadas para que las plantas puedan vivir en las mejores condiciones» | |
Actividad: Hacer una caja de lombrices Las lombrices pertenecen al grupo de los anélidos, y no tienen esqueleto duro, es decir, son invertebrados. Tienen el cuerpo dividido en segmentos y se desplazan mediante movimientos ondulatorios, estirándose y encogiéndose. La caja de lombrices es una caja especial, llena de tierra, con paredes transparentes para poder ver cómo es su actividad vital. Podrás observar cómo remueven la tierra y cómo hacen los túneles o galerías. Pondremos tierra de diferentes colores por capas, unas claras como de rambla y otras más oscuras. Si colocas algunas hojas te sorprenderá lo que hacen con ellas. Puedes sacar tus propias conclusiones, así como hacer un cuaderno detallando tus observaciones. Materiales —Dos láminas de metacrilato o plástico transparente, si tienes una grande tendrás que cortarla hasta obtener dos de unos 25 × 25 cm. Pide la ayuda de un adulto en su caso. Procedimiento Coloca los listones de madera entre el metacrilato, y sujétalo todo con las pinzas (observa la imagen). Iremos poniendo los diferentes sustratos haciendo bandas de colores. Para ayudarte, puedes hacer uso de una hoja de papel: colócala dentro de la caja, pon un tipo de tierra en la hoja, muévela para que caiga y haz lo mismo con los otros tipos de tierra. Después lo regaremos, pero teniendo cuidado de no encharcar la caja, porque si no se ahogarán nuestras lombrices. Puedes utilizar una botella de boca fina, de agua. Por último, pondremos las lombrices… Observa cómo en seguida se abren camino dentro del sustrato y desaparecen de la superficie. Al cabo de unas horas (puedes dejarlas unos días) podrás observar cómo están las bandas de colores del sustrato y si todo se ha mezclado. Si hace mucho frío, pon la caja de lombrices dentro de casa, y como prefieren oscuridad en lugar de luz, guárdalas dentro de un armario. Nota: También puedes hacer dos granjas y en una no poner lombrices, como granja control, con el fin de comparar la evolución antes y después. Bibliografía Mª José Carrau, Olga Ibáñez y Pepa Rey. Gabinete de Didáctica del Jardín Botánico de la Universitat de València. |