Estrés por atracción

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De izquierda a derecha, Alicia Salvador (directora de la investigación y catedrática de Psicobiología), Carolina Villada, Mercedes Almela y Vanesa Hidalgo (las tres investigadoras estudiantes de doctorado).
© A. M. Orts

És la segunda vez que visito los despachos del Departamento de Psicobiología. En esta ocasión quien me espera es la catedrática de Psicobiología Alicia Salvador y las investigadoras estudiantes de doctorado Mercedes Almela, Vanesa Hidalgo y Carolina Villada. Dentro de una amplia investigación centrada en el estudio de las reacciones hormonales humanas, una de las líneas de trabajo, realizada en colaboración con la Universidad de Groningen (Holanda), ha resultado ser la más mediática. Según los resultados del grupo, dirigido por la profesora Salvador, los hombres incrementan los niveles de cortisona, y por tanto el estrés, en presencia de una mujer atractiva. Así lo certifica el experimento que han llevado a cabo con más de 80 alumnos universitarios.

«Las mujeres atractivas estresan a los hombres». ¿Cómo debemos matizar el titular?
Alicia Salvador: En primer lugar hay que decir que se trata de mujeres desconocidas. En segundo lugar, las personas que intervinieron no fueron seleccionadas por su atractivo: eran representativas de la población estudiantil. Los estudiantes evaluaban el grado de atractividad en función de sus gustos. Lo que buscábamos era la respuesta psicoendocrina a un encuentro casual. La situación estaba estructurada para que las personas se encontraran en un ambiente neutral, donde interaccionaban durante un período de cinco minutos. Después de otras tareas ellos valoraban lo atractiva que era la persona con la que se habían encontrado en la sala.

Y esta valoración es lo que se relaciona con los cambios hormonales…
Mercedes Almela: Así es, establecíamos una correlación entre los datos, entre el nivel de atracción que los sujetos otorgaban a la persona con la que habían estado y el nivel de cortisona. No se trata de una relación causal, solo podemos hablar de una relación: a mayor atracción subjetiva, mayores concentraciones de cortisona.

¿Los experimentos, por tanto, reproducían una situación de normalidad?
A. Salvador: No había nada estrambótico, simplemente era una sala del laboratorio, con sillas, una mesa…
Carolina Villada: Un hecho que lo hacía más natural es que los estudiantes iban a hacer una tarea con el ordenador. Les pedías que esperaran y entonces se encontraban con otra persona que estaba en la misma situación.
A. Salvador: Era una cadena de pruebas. Los sujetos realizaban una serie de actividades mientras estaban allí. Pero todo dentro de una situación completamente normal. La persona estímulo, que podía ser hombre o mujer, dejaba actuar a la otra persona, no forzaba la situación. Es importante que se entienda que no se inducía a hacer nada.

¿Debemos entender el estrés, en esta situación, como una reacción negativa?
A. Salvador: La acepción vulgar de la palabra estrés siempre tiene connotaciones negativas, pero desde el punto de vista de la psicología y desde otros enfoques, como el biológico, el estrés no tiene por qué ser negativo. Desde este punto de vista es totalmente adaptativo: necesitamos que nuestra respuesta de estrés sea adecuada para poder atender de manera apropiada las demandas cotidianas. Es más bien positivo, en realidad. Solamente cuando sea continuo o crónico puede llegar a tener efectos nocivos.

¿Por tanto, biológicamente, esta respuesta de cortisona es un mecanismo positivo?
A. Salvador: Sí, nosotros hemos interpretado este incremento como una respuesta positiva preparatoria para la posible relación entre los dos individuos. Encajaría dentro de lo que podríamos llamar la respuesta de cortejo, tal y como pasa con otras especies animales.

Evolutivamente, ¿qué puede significar esta reacción?
A. Salvador: Se puede interpretar, en la medida en que se ha encontrado en otras especies, que una subida de cortisona permite dar mejores respuestas, respuestas que son preparatorias. Aquí también estamos estudiando la respuesta matutina de cortisona, por ejemplo. Todas los mañanas, cuando nos levantamos, todo el mundo experimenta un aumento de cortisona. Esto nos prepara para las actividades a realizar durante el día y es positivo.
M. Almela: Cualquiera de nosotros conoce el ejemplo de que no es lo mismo estar en una sala de espera con alguien que te resulta atractivo que con alguien que realmente no te despierta ningún interés. Esta subida de cortisona, que es suave, no es una respuesta de estrés extrema, sino una respuesta fisiológica preparatoria para una posible interacción con la persona que te despierta interés por su atractivo.
Vanesa Hidalgo: Se trata de una situación que predispone al sujeto a tener una respuesta de cortisona porque esta misma persona la percibe como una situación estresante, aunque sea un estrés positivo. Aquí surgen dos reacciones: la de huida y la de interacción. Muchas personas, si se encuentran ante alguien a quien consideran atractivo, tenderán a interaccionar con ella, mientras que otras tenderán a quedarse en silencio.

Liberamos cortisona en situaciones en las que necesitamos energía. ¿La respuesta hormonal ante una mujer atractiva es semejante a la que se puede experimentar durante una actividad deportiva?
A. Salvador: No podemos responder porque no hemos hecho la comparación. Hemos comparado el encuentro entre un chico y una chica y entre un chico y un chico, con sujetos heterosexuales, y el incremento que conlleva. Sabemos también que en partidos de tenis, fútbol o judo hay incremento. Que estas variaciones sean semejantes o no es algo que no podemos afirmar.

También algunas enfermedades están asociadas a los niveles altos de cortisona. Supongo que será un incremento mucho mayor que el que supone sentarse al lado de una mujer atractiva…
M. Almela: Se ha asociado sufrir estrés crónico durante un tiempo con enfermedades como la diabetes, la depresión o algunos tipos de cáncer. Pero una respuesta aislada de estrés como la que surge al interactuar con una persona a la que consideramos atractiva no tiene nada que ver.
A. Salvador: Otro aspecto importante es considerar otros sufrimientos psicológicos o de deterioro cognitivo, como los aspectos de memoria. Hemos investigado qué ocurre en situaciones de estrés sobre la función cognitiva en gente mayor y tenemos previsto compararlo con personas que padezcan hipertensión o diabetes u otra patología, para ver las reacciones.

¿No os da miedo que el resultado de vuestra investigación pueda utilizarse negativamente en otros contextos, como por ejemplo en la defensa judicial de algún agresor?
A. Salvador: Para poder utilizarlo en este sentido habría que hacer mucho más, estudiarlo mucho más. La cortisona, generalmente, inhibe la respuesta agresiva. Por tanto no creo que pudiera utilizarse en este sentido. Otra cosa es la testosterona. Uno de los resultados más interesantes de esta línea, en una de las muestras estudiadas, es que los incrementos de testosterona se corresponden con la dominancia agresiva. Esto sí que iría un poco en la dirección del tema de la violencia de género.
M. Almela: Es interesante también saber que la testosterona aumenta ante cualquier tipo de mujer, resulte atractiva o no. La cortisona es más específica porque aumenta más cuando el chico juzga que la chica es atractiva.

A su parecer, en caso de realizar la misma investigación entre personas que sienten atracción por individuos de su mismo sexo, ¿los resultados serían los mismos?
A. Salvador: Tendría que investigarse para poder hacer la afirmación. Pero podría ir en la misma línea.
V. Hidalgo: Si la cortisona va ligada a la percepción de atractivo… ¿por qué no?

Por tanto el titular, en lugar de ser «las mujeres atractivas estresan a los hombres», podría ser «los humanos aumentamos los niveles de estrés ante alguien que nos resulta atractivo», ¿no?
A. Salvador: Sí, podría ser este. En un contexto evolutivo, en conducta sexual en este caso, está bastante estudiado lo importante que es el atractivo. Siempre depende de la orientación sexual de cada uno, claro. Según cuál sea el sujeto objeto de deseo el atractivo irá relacionado.

Àlex M. Orts. Estudiante de Periodismo, Universitat de València.
© Mètode 67, Otoño 2011.

 

«La acepción vulgar de la palabra ‘estrés’ tiene connotaciones negativas, pero desde el punto de vista de la psicología y desde otros enfoques el estrés no tiene por qué ser negativo»
Alicia Salvador

 

 

 

«La testosterona aumenta ante cualquier tipo de mujer, sea atractiva o no. La cortisona es más específica porque aumenta cuando hay atracción»
Mercedes Almela

© Mètode 2011 - 67. Naturaleza humana - Número 67. Otoño 2010

Licenciado en Periodismo (Valencia).

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