«Ciencia y fascismo», de Amparo Gómez y Antonio Fco. Canales (eds.)

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La dialéctica entre ciencia y política y la contraposición entre ciencia y seudociencia se establecen porque la investigación no deja de ser un hecho social con efectos multipli-cadores en la esfera pública y porque el binomio entre ciencia y poder es inseparable de cualquier modelo sociopolítico.

En este sentido, el volumen coordinado por Amparo Gómez y Antonio Canales recoge once colaboraciones de especialistas en historia de la ciencia y ofrece una innovadora perspectiva comparada sobre el encuadramiento de los científicos bajo el fascismo, el nazismo –«principio de autoridad»– y el nacionalcatolicismo franquista.

El ensayo comprende tres capítulos con el fin de contextualizar las políticas de investigación europeas bajo el totalitarismo fascista; continúa un apartado que resigue la evolución de la institucionalización científica –el CSIC– bajo el primer franquismo y, finalmente, se incorpora una sección que revisa las líneas metodológicas desarrolladas de acuerdo con la reinstauración del antipositivismo con la ciencia tomista. Este conjunto de reflexiones aporta, como mínimo, tres aspectos: la relación entre institucionalización política del nuevo estado franquista y nuevo modelo epistemológico biologista, como forma de control social, la substitución de la política de formación de cuadros técnicos bajo la República –Junta de Ampliación de Estudios– por la imposición de las élites identificadas con el nuevo régimen y el desarrollo de investigaciones destacadas, que traducen científicamente los postulados autoritarios en lo referente a la eliminación de la disidencia y a la organización de una política demográfica –tomada prestada parcialmente de la eugenesia nazi– que, adecuada a la burguesía, tenía que regenerar a aquellos «estropeados de cuerpo y alma». Toda esta orientación ideológica está muy bien definida en el trabajo de Margarita Santana: «Unidad de la patria, unidad de la ciencia».

El volumen, con una conveniente proyección sobre la instrumentalización política de los avances técnicos, plantea la dicotomía entre medios y finalidades por lo que respecta a las armas de destrucción masiva y al modelo de economía que se deriva de ellas (economía moral de la ciencia). Este último apartado es significativo porque explicita un semejante condicionamiento político del método científico en una coyuntura de democracia liberal construida alrededor de la situación de «seguridad nacional» y de ciencia vigilada.

    La aportación básica de este conjunto de colaboraciones consiste en mostrar los condicionamientos sociales de la ciencia, que, en gradaciones y matices por lo que respecta a los regímenes populistas y fascistas, explicitan las condiciones de posibilidad sobre el estatuto de normalidad científica, en términos de autonomía profesional –no se puede llegar a hacer una identificación mecánica entre regímenes autoritarios y producción de «mala ciencia»– y los planteamientos de nuevos paradigmas ideologizados.

Xavier Ferré. Historiador (Universitat Rovira i Virgili).
© Mètode 65, Primavera 2010.

 

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Ciencia y fascismo.
La ciencia española
de posguerra

Amparo Gómez y Antonio Fco. Canales (eds.)
Laertes. Barcelona, 2009. 358 páginas.

© Mètode 2011 - 65. Nano - Número 65. Primavera 2010

Historiador. Universidad Rovira y Virgili.