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Cómo hacerse un ‘speakers' corner’ en casa

Blog al web

Aunque sea difícil de recordar, hubo un momento hace menos de veinte años en que la gente empezó a publicar sus pensamientos en internet. La bitácora (o blog) irrumpió como formato comunicativo y también como género literario.

¿Qué había antes? La carta al director, el fanzine y poca cosa más. Una persona con opiniones y ganas de expresarlas que no tuviese acceso a plataformas de comunicación formales no tenía más remedio que trabajar a pequeña escala e intentar publicar sus esfuerzos allá donde le dejasen.

De repente, apareció un nuevo formato que permitía a cualquier persona expresar sus opiniones, transmitir información y, en general, hacer ruido, sin tener que pasar por el filtro de un editor.

Como género científico, el blog puede ser una mina o un campo de minas. El bloguero puede recoger información dispersa para ponerla al alcance de los visitantes interesados, normalmente con comentarios aclaratorios. Eso está bien. Pero también puede presentar información sesgada o incompleta, y eso no está tan bien. La ausencia de un editor –en comparación con los canales formales de publicación científica– dificulta el trabajo del lector, que tiene que valorar si lo que está leyendo es fiable.

Porque, desde el punto de vista del lector, no hay nada más fácil que ir pasando de blog en blog leyendo solo informaciones que confirman nuestros prejuicios. Hace tiempo que no lo veo, pero antes muchos blogs estaban enlazados formando «anillos». Es decir, apuntaban a otros blogs afines. Clicando el botón «next» aterrizabas en otro blog al azar donde podías leer más o menos lo mismo que en el anterior. Al final el navegante se quedaba con la reconfortante impresión de formar parte de una mayoría de opinión, ya fuera en contra de las vacunas o negando el valor de los antirretrovirales.

Vista la abundancia de la oferta y la gran calidad de muchos productos, la profesionalización del blog es cuestión de tiempo. Muchos diarios ya incorporan blogueros mezclados con columnistas. En nuestro país el Ara inició las páginas de ciencia acogiendo el Centpeus de Daniel Closa y otros blogs que ya estaban antes que el diario. Quizá el blog científico de referencia en la prensa general a nivel mundial sea Bad Science de Ben Goldacre, que publica The Guardian en el Reino Unido y que ha dado lugar a libros de éxito. Una vez profesionalizado el bloguero, habrá que ver si los editores se aventuran a «editarlo». Mi apuesta es que mantendrán esta distancia que les permite tener contenido sin gastar recursos.

Recientemente han aparecido otros géneros ligados al formato digital. Los iremos viendo en próximas entregas de esta serie.

© Mètode 2014 - 82. Encuentros - Verano 2014
Biólogo y escritor (Barcelona).