¿Es necesario tener un mínimo de conocimiento científico para escribir ciencia ficción? Los viajes en el tiempo ¿son ciencia ficción o fantasía? Si hay algo que sé sobre la ciencia ficción es que tiene una comunidad lectora militante, mucho más que otros géneros.

¿Qué libros clásicos podrían beneficiarse de un buen remake, a color y con efectos especiales para acercarlos a los lectores de hoy? ¿Los diálogos de Galileo? ¿Los estudios de Goethe sobre el color? ¿Quién se atrevería?

Dado el vacío entre el concepto y el referente, ni tal solo Einstein se ha hecho un hueco en la primera página de Google con su representación gráfica de los científicos.

El autor considera que independientemente de cuál sea el contenido de un discurso, si consigue su objetivo de movilizar a la audiencia, es indiscutible que quien lo ha escrito tiene talento.

En la literatura científica existen numerosos ejemplos a lo largo de la historia de personas que han muerto antes de publicar algunos de sus descubrimientos.

Igual que hacemos fichas de libros, hay que hacerlas de los productos químicos que manejamos. La diferencia entre la bien escrita y otra mal es cuestión de vida o muerte.

Si bien las ecuaciones se evitan en la práctica, también suscitan interés y curiosidad. Las ecuaciones que han cambiado el mundo son una cantidad finita.

Parece que la metáfora del bestiario no está del todo agotada y todavía puede servir para encuadrar mensajes de relevancia para la comunicación de la ciencia.

A partir de la popularidad de los zombis en la ficción, el autor reflexiona sobre el comportamiento autodestructivo o zombie en algunas especies de animales.

CRISPR ha inspirado muchas páginas de bioética y pocas de epistemología, pero necesitamos diferenciar los datos que generan y el conocimiento que obtenemos.

Para comprender el mundo en el que vivimos, hay que aplicar la ciencia a todas las esferas que nos rodean, como en el arte, la literatura o la música.

El debate entre las ciencias sociales y las ciencias experimentales ha desbordado el entorno académico para entrar a las sobremesas de todo el mundo.

Los humanos hemos corrido, saltado y lanzado objetos desde la aparición del primer Homo, pero el premio ha pasado de ser la supervivencia al poder o placer.

Quizás el cambio climático no nos afectará de forma tan repentina, pero cuando pase esta epidemia sería un buen momento para revisar la estrategia de comunicación.

Como género literario, el currículum parece algo menor, pero pocas cosas escribimos en la vida que tengan un impacto más grande en todo lo que nos pasa.

La retractación son pocas, comparadas con la gran cantidad de literatura científica que se publica cada año, pero son importantes, reflexiona el autor.

No es extraño encontrar libros al lado de contenedores o decorando bares modernos. Y es una lástima, no solo por el valor intrínseco de los libros.

En la literatura científica el nazismo es un poco como el cerdo: todo se aprovecha, como lección ética, como ciencia ficción o como fuente de datos experimentales.

En ciencia las excepciones pueden ser una mina de oportunidades o una gran pérdida de tiempo, y no hay forma fácil de distinguirlas por adelantado.

Los retos de la ciencia se escriben en formatos urgentes y para nada literarios: es lo que tiene hacer previsiones a cien años vista cuando se tienen ochenta.

Los teoremas y principios de Pitágoras, Tales y Arquímedes no recibieron los nombres por los que se los conoce hasta muchos años después de su tiempo.

Está bien aprender cómo funciona el mundo a través de la ciencia, y si además conseguimos que el conocimiento tenga una aplicación práctica, el premio es doble.

La literatura funeraria es un género literario situado entre la biografía y las memorias, pero con dos características que lo hacen diferente de los otros.