«Experimentos para entender el mundo», de Javier Fernández Panadero

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Ciencia, un término que para la inmensa mayoría de la gente remite a algo lejano, incomprensible e inaccesible, pero que en realidad utilizamos prácticamente en cualquier momento sin darnos cuenta. Cuando hablamos por el móvil, encendemos una bombilla eléctrica, conducimos un coche, tomamos una medicina, abrimos un grifo, cocinamos o hacemos muchísimas más de las acciones diarias habituales, nos estamos sirviendo de la ciencia para poder llevarlas a cabo, sin conocer ni remotamente en muchas de estas ocasiones qué principios científicos son los que nos permiten hacerlas.

La ciencia ha estado tradicionalmente muy alejada de la ciudadanía, no existía una comunicación fluida entre la comunidad científica y la gente, es más, no existía interés por que hubiera esta comunicación, así que el abismo que separaba estos dos mundos se iba haciendo cada vez más ancho y profundo y se generaba incomprensión y desinterés por este tema entre el público.

Pero esta importante carencia se ha empezado a superar de unos años acá. La necesidad de transmitir los conocimientos científicos, de dar a conocer las investigaciones que se están llevando a cabo, los resultados que se están obteniendo, etc. a la población, como sistema de mejorar esta relación y de generar procesos de apoyo a la investigación y a la ciencia en la sociedad, ha permitido que se desarrollen, cada vez más, proyectos y acciones que ponen en contacto la sociedad con el mundo científico. Ya son habituales las jornadas de puertas abiertas en centros de investigación, las semanas de la ciencia en diferentes instituciones, las exposiciones y conferencias abiertas a todo el público sobre estos temas, etc.

A pesar de este necesario proceso, para conectar sociedad y ciencia, aún existen muchas carencias en la educación científica que recibimos, tanto como adultos como en los períodos de aprendizaje como estudiantes en todos los niveles. Son demasiado frecuentes los enfoques complejos, farragosos y muy, muy aburridos que se dan a la hora de explicar los principios científicos básicos de muchos fenómenos naturales en escuelas, institutos y también en la universidad.

Tal vez la herencia que tenemos en nuestra sociedad del bajo nivel de conocimientos científicos se debe, por lo menos en parte, a estos procesos de enseñanza poco didácticos y que no hacían (o hacen) estallar la chispa de la atención entre los alumnos que recibían (o reciben) estas clases.

Sin embargo, exactamente igual que en el caso de la apertura de la comunidad científica hacia la sociedad, esto, por suerte, va cambiando poco a poco. Una muestra muy patente de este proceso puede ser este libro Experimentos para entender el mundo. La ciencia para todos.

¿Qué trata de conseguir esta publicación? Básicamente lo que busca es encender esta chispa que inflame el interés por la ciencia, una ciencia básica pero fundamental.

¿Y cómo lo hace? Pues, trata de hacerlo de una forma divertida, amable, práctica, atractiva, casi podríamos decir que como un mago cuando hace magia, pero explicándonos los trucos que utiliza.

El libro recoge un total de 74 experimentos y experiencias muy sencillos, fácilmente reproducibles y con unas necesidades materiales muy básicas, que sirven para explicar varios principios de la ciencia relacionados con la física, la química o la biología.

Además el libro contiene un valor añadido muy importante e interesante, dispone de la descripción visual de todos los experimentos a través de Internet, de tal manera que podremos ver todo el desarrollo y metodología de trabajo de cada una de las experiencias simplemente accediendo al enlace que nos proporciona el libro en cada uno de los 74 casos que nos aporta, o, si nos es más sencillo, a través del nuestros smartphones, mediante el código QR que acompaña cada experimento.

Se trata de una publicación muy recomendable para maestros y profesores que quieran hacer sus clases de física, química o biología más divertidas y más comprensibles, pero sin perder ni un ápice de las imprescindibles bases científicas que deben aportar estas materias.

Un libro como este, que trata de hacer de la ciencia algo comprensible, próximo y divertido, es un claro ejemplo de que si queremos podremos pasar de aquello de «La letra con sangre entra» a otra dimensión donde podamos decir que la ciencia nos engancha de una manera amena.

Víctor Benlloch Tamborero. Biólogo. Técnico del Centro de Educación Ambiental de la Generalitat Valenciana.
© Mètode 79, Otoño 2013.

 

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Experimentos para entender el mundo
La ciencia para todos
Javier Fernández Panadero
Páginas de Espuma.
Madrid. 2013. 219 páginas.

 

 

 

 

© Mètode 2013 - 79. Caminos de ciencia - Otoño 2013
Centro de Educación Ambiental de la Comunidad Valenciana.