«Lepidoptera Papilionoidea», de Enrique García-Barros et al.

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Dejando aparte los artículos y trabajos sobre mariposas diurnas, que son legión infinita, los libros que tratan este grupo de bichos son numerosos, en general, y nuestro ámbito geográfico no es una excepción. Mientras que sobre otros insectos no hay casi nada, o nada, de lepidópteros se podría decir que «hay demasiado», sobre todo si pensamos en algunas publicaciones confeccionadas con poco rigor y que no citaremos. Sin duda, no es ajeno a ello el hecho de que, como pasa con las aves entre los vertebrados, las mariposas son los más vistosos y populares de todos los grupos de invertebrados. 

Ya en el siglo xix encontramos varias obras, como el Catálogo metódico y razonado de los lepidópteros […], de Miquel Cuní Martorell (1874). Curiosamente, en el siglo xx, la primera obra que trata con profundidad el tema que comentamos la hizo el italiano Orazio Querci, en 1932, en su lengua; es la poco conocida Contributo alla conoscenza della biologia dei Rhopaloceri iberici. Después vino un largo período de sequía, a causa de la Guerra Civil y de la posguerra, así que tenemos que esperar hasta 1970 para que vea la luz una obra excelente con fotos de una calidad nunca vista hasta entonces, pero de nuevo escrita en un idioma extranjero por William L. Manley y G. Allcard: A Field Guide to the Butterflies and Burnets of Spain.

Poco después, en 1973, apareció la traducción al castellano de la guía de campo de Lionel G. Higgins y Norman D. Riley sobre las especies europeas, con buenos dibujos. Pese a la adaptación de Oleguer Escolà, tenía el inconveniente de que «sobraban» muchas que no son ibéricas. Al año siguiente salieron los dos volúmenes de M. R. Gómez Bustillo y F. Fernández-Rubio y hubo que esperar hasta 1991 para que este último autor sacase sus dos tomos. 

El inicio del nuevo siglo nos trajo un notable avance con la guía de Tom Tolman y Richard Lewington (2002), ya que, aún siendo de ámbito europeo, resultó de gran utilidad porque estaba muy bien adaptada a la península Ibérica por Constantí Stefanescu y Jordi Jubany. No entraremos en las obras regionales porque suelen tener poco interés, salvo la más reciente: la de Sergi Montagud y J.  A. García-Alamà (2010), de gran calidad (reseñada en Mètode 79). -Finalmente, no podemos dejar de citar el atlas iberobalear (García-Barros et al., 2004), que recogió todas las informaciones locales en unos mapas de distribución de gran precisión y utilidad.

La parte inicial del libro que reseñamos es totalmente recomendable porque te pondrá al día en todos los aspectos fundamentales: la posición sistemática y distribución del grupo, la morfología de todas las fases del ciclo biológico y los métodos de recolección, la conservación y las técnicas de estudio. Uno de los temas que explica –y resulta innovador– es que los hespéridos, tradicionalmente considerados como una superfamilia independiente, se tienen que integrar dentro de los Papilionoidea como una familia más porque las investigaciones filogenéticas (anatómicas y moleculares) más recientes así lo aconsejan (los hespéridos no ocuparían una posición basal y los papiliónidos serían el grupo hermano del resto de la superfamilia). Eso también desaconseja continuar utilizando la expresión tan habitual de ropalóceros para referirse al grupo, sustituyéndolo por papilionoideos.

 

106-87Lepidoptera Papilionoidea
Fauna Ibérica, vol. 37
Enrique García-Barros et al. 
Museo Nacional de Ciencias Naturales. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Madrid, 2013. 1.216 páginas.

 

 

 

«Es una obra de referencia y de consulta obligatoria para todos los interesados en el apasionante mundo de las mariposas»

 

107-87Làmina de nimfàlids.    

Sin embargo, el corpus de la obra es la descripción de las 226 especies, agrupadas en 84 géneros, 18 subfamilias y 6 familias: licénidos, riodínidos, papiliónidos, hespéridos, piéridos, y ninfálidos. Aunque los autores han contribuido en los diferentes capítulos, Miguel López Munguira se ha encargado especialmente de las dos primeras familias, Enrique García-Barros, de los satirinos (subfamilia de los ninfálidos) y Constantí Stefanescu, del resto. Eso es una garantía de que todas las mariposas las han tratado los mejores entomólogos conocedores de cada grupo. 

Para facilitar la determinación, encontramos claves dicotómicas antes de las fichas de cada mariposa. Estas constan de los apartados siguientes: descripción morfológica, distribución geográfica y biología. La descripción es muy cuidada y de todas las fases, a veces apoyada con esquemas alares, dibujos de las genitalia o fotografías de los huevos. La distribución se complementa, en ocasiones, con un mapa muy preciso de cuadrículas UTM. En el último apartado encontramos el rango altitudinal, las preferencias ambientales, la época de vuelo, el número de generaciones según la zona, las plantas nutricias de la oruga y otros datos de interés, como el estado de conservación. 

Finalmente, tras la extensísima bibliografía, la lista taxonómica-sinonímica y el índice, hay una sorpresa poco habitual en los otros volúmenes de la serie: láminas de fotos de todas las especies por las dos caras, que ayudan mucho a la identificación.

Decía el Dr. Ramon Margalef que sobran publicaciones locales, que acumulan datos y más datos, y faltan obras de síntesis. Pues bien, estamos seguros de que se alegraría con la aparición de este libro de gran utilidad, modelo de cómo se tienen que hacer las recopilaciones de información. En definitiva, es una obra de referencia y de consulta obligatoria para todos los interesados en el apasionante mundo de las mariposas. 

Albert Masó. Biólogo, profesor, escritor y fotógrafo de naturaleza (Barcelona).
© Mètode 87, Otoño 2015.

 

 

 

© Mètode 2015 - 87. El origen de la vida - Otoño 2015

Doctor en Ecología y Evolución, escritor, profesor y fotógrafo de naturaleza (Barcelona).