La experiencia del «Conservatoire du Littoral»: conservar como propietario


© Conservatoire du Littoral

The experience of the «Conservatoire du Littoral» conservation as an owner. Faced with the legal void which happened in France with the continuous advance of huge building projects along the coast, the French Environmental Ministry created the «Conservatiore des Espaces Littoraux et des Rivages Lacustres». This administrative body has acquired a large part of the coastal areas in France in order to manage, protect and destine them to the enjoyment of their citizens. All this has been achieved without destroying any traditional activities whilst reinforcing the concept of responsible, quality tourism. After 25 years the «Conservatoire» has definitively protected more than 650 km of coastline and some 49.000 km of inland – throughout France.

   A partir de los años 70, al mismo tiempo que emergían los proyectos inmobiliarios de gran magnitud a lo largo de todo el litoral, los poderes públicos franceses comenzaron a preocuparse seriamente por la protección de sus costas. En 1971, cuando nació en Francia el Ministère de l’Enviroment (Ministerio del Medio Ambiente), el Estado no disponía de ningún instrumento jurídico para garantizar una protección efectiva de los espacios naturales costeros, que estaban, hasta el momento, abandonados a la fortuna de los poderes privados. En ese momento, diferentes textos y leyes vigentes vinieron a llenar este vacío legal (Ley de la Protección de la Naturaleza de 1976, ley de 1986 relativa a la ordenación, protección y aprovechamiento del litoral, etc.).

El conjunto de estos textos resultaba un medio eficaz para organizar el desarrollo de la urbanización litoral. No obstante, este dispositivo era, en sí mismo, poco potente para paliar la ausencia de una gestión activa por parte de algunos propietarios. De hecho, algunos de estos lugares eran (y son) víctimas de una afluencia incontrolada de gente, devastadora para la ecología y para la estética de los parajes.

¿Cómo restaurar o enriquecer la diversidad biológica, crear buenas condiciones de acogida para el público, mantener o restablecer actividades tradicionales o nuevas dentro de este objetivo? Sin duda, es necesario recordar una evidencia: no se administran correctamente los bienes de los otros. Para gestionar de verdad, es necesario convertirse en propietario. La adquisición de los espacios por parte del Estado como un bien público resulta, al fin y al cabo, necesaria para Francia, uno de los primeros países turísticos del mundo y con un renombre que depende directamente de la calidad y la diversidad de estos paisajes.

Es con este espíritu de dominio y preservación de los recursos espaciales que el Conservatoire des Espaces Littoraux et des Rivages Lacustres fue creado en el año 1975. Esta nueva legislación decidió limpiar el dispositivo jurídico preexistente con la ayuda de una nueva institución pública para “llevar a cabo una política de salvaguarda del espacio litoral, de respeto a los parajes naturales y de mantenimiento del equilibrio ecológico”.

Para cumplir esta misión, el Conservatoire procede a la adquisición de los ambientes a preservar de una manera pactada, por el derecho de retracto o bien por expropiación (estos últimos los casos más infrecuentes). También se puede beneficiar, a título gratuito, de las propiedades del Estado o de las donaciones y legados de personas privadas y sociedades. El rasgo característico del Conservatoire en cuanto a estas nuevas adquisiciones es que los terrenos no pueden ser revendidos y serán transmitidos intactos a las futuras generaciones.

 Prioridades de intervención del Conservatoire des espaces littoraux et der rivages lacustres

En este cuadro de intervención bien diseñado, el consejo de administración del Conservatoire decide cada año las prioridades de intervención. Es una tarea pesada, ya que las tácticas dependen de numerosos parámetros (evoluciones reglamentarias, presiones de los mercados inmobiliarios, oportunidades, recursos presupuestarios, etc.)

Con la ayuda del tiempo y de la experiencia, el Conservatoire ha definido tres criterios de selección para la adquisición de terrenos:
— Ambientes gravemente amenazados por la urbanización (se construyen sin permiso, se instala un camping más o menos permanente, se presentan síntomas de artificialización como el aterramiento de zonas húmedas, drenaje, etc.).
— Terrenos abandonados en proceso de degradación que es necesario rehabilitar antes de que sea demasiado tarde.
— Lugares inaccesibles (generalmente por causas no naturales) a los que se debe ofrecer una posible apertura al público.

El Conservatoire debe procurar un reparto equilibrado de sus adquisiciones: equilibrio geográfico (para cubrir todas las regiones) y equilibrio entre los diferentes tipos de hábitats y paisajes (acantilados, dunas, saladares, etc.), para constituir un patrimonio nacional fiel a la diversidad litoral.

 

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© Conservatoire du Littoral

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© Conservatoire du Littoral
El Conservatoire du Littoral ha protegido una parte muy notable de los ecosistemas litorales de Francia. Arriba, Côte d’Azur y la isla Bretone; abajo, dunas del norte de Francia.


© Conservatoire du Littoral
Tríptico divulgativo editado por el Conservatoire du Litoral con motivo de la protección de un paraje litoral francés. 

«Es necesario recordar una evidencia: no se administran correctamente los bienes de los otros. Para gestionar de verdad, es necesario convertirse en propietario»

                                                  

 


© Conservatoire du Littoral
 
© Conservatoire du Littoral
La premissa básica del Conservatoire es gestionar como propietario, por lo cual ha adquirido todos los espacios que protege. Arriba, explotaciones agro-ecológicas en los terrenos del Conservatoire. A la izquierda, Tour Genoise, un paraje protegido en la isla de Córcega.

Los seleccionados: medios activos

Todas estas actuaciones no las hace la administración sola. En el marco de una estrecha cooperación con los colectivos locales, que tienen competencias en materia de urbanismo, es donde el Conservatoire puede aportar sus consejos y sugerir las directrices de la misión. El contacto con estas entidades activas, que están más cerca de la realidad, permite un trabajo estrecho con el Conservatoire para definir los lugares a adquirir, los programas de actuación y las condiciones de gestión de los lugares seleccionados. Se debe señalar que, para cada adquisición, el visto bueno de los municipios costeros es indispensable.

Además, tanto la gestión como los trabajos de conservación, custodia y acogida de público se confían (a través de convenios en la mayoría de los casos) a los colectivos locales o a las asociaciones conservacionistas.

El Conservatoire elabora su estrategia administrativa en concierto con los gobiernos locales, ya que estos son los que tienen una responsabilidad importante en materia de gestión del medio natural. Incluso pueden ser beneficiarios de una tasa sobre los espacios naturales sensibles, que se aplica sobre las nuevas construcciones.

Los recursos del Conservatoire provienen esencialmente del presupuesto general del Estado (128 millones de francos) a los que se debe añadir aportaciones de los gobiernos regionales y departamentos administrativos (12,65 millones de francos) y de la generosidad de algunos particulares, que son cada vez más numerosos (entre 150.000 y 200.000 francos).

De la conservación a la restauración ecológica

Cada vez que se adquieren nuevos terrenos, el Conservatoire encarga la realización de informes ecológicos y planes de gestión. Se asegura también el funcionamiento correcto de los trabajos de rehabilitación y la gestión de espacios naturales: fijación de dunas, trabajos de reforestación, gestión ornitológica de los marjales, apertura de caminos, etc.

Según el estado de conservación del terreno en el momento de la adquisición, la intervención del Conservatoire es más o menos notable; desde la preservación del espacio (tal y como se ha adquirido) hasta la decisión de intervención. Eso sí, siempre con una premisa: la naturaleza debe ser la protagonista de su propia evolución No obstante, como no existe un óptimo ecológico, si la naturaleza manda, se puede facilitar su labor. Eso resulta más sencillo cuando el espacio gestionado es basto, pero si la superficie es más reducida, la estrategia de intervención tendrá un objetivo muy preciso, enfocado a la restauración del hábitat de una especie muy concreta.

Preservar para mostrar

En efecto, los terrenos del Conservatoire son de acceso libre al público dentro de los límites previstos en los planes de gestión del expediente ecológico. Quince millones de visitantes acuden cada año a las reservas del Conservatoire. Para que una afluencia de este tipo no comprometa los esfuerzos de conservación, se establecieron algunos principios:
— La afluencia de visitantes se organiza de acuerdo a un control de acceso, con la frecuencia de las visitas y con un “control de actitud” (la circulación de automóviles, la práctica de motocrós y la acampada no son actividades permitidas).
— Los objetivos de cada visitante son diferentes, pero la variedad de propuestas del Conservatoire permite ofrecer diferentes “productos” en función de las capacidades de cada espacio natural. Así, la visita puede ir desde una oferta mínima (el visitante pasea “solitario” por un espacio natural) hasta una sesión pedagógica exhaustiva.
— El Conservatoire no persigue un aumento del número de visitantes para sus espacios. Por ejemplo, en las carreteras no existe un distintivo establecido que señale la proximidad de un paraje protegido, las indicaciones son más bien discretas

Preservar pARA salvar

A medida que las actividades tradicionales desaparecen, a menudo ahogadas por la presión urbanística y turística, los agricultores sienten la tentación de vender sus tierras. Otros no pueden ni tan sólo instalarse por la explosión incontrolada de los precios de las tierras litorales, incluso algunos prefieren desarrollar una agricultura intensiva que sería nefasta para el medio ambiente. De esta manera desaparecen paisajes dibujados por el tiempo y por la mano del hombre. Con la adquisición de estas extensiones de tierra, el Conservatoire ayuda a la agricultura y la ganadería a encontrar su papel de gestión activa del paisaje costero y al mantenimiento del equilibrio ecológico. Tanto es así que ahora hay más agricultores en las tierras gestionadas que antes de ser adquiridas por el Conservatoire.

Es cierto que todas las acciones del Conservatoire se ponen en juego en el seno de un ambiente humano, y desgraciadamente estas labores de protección y de difusión de los ambientes naturales resultan arduas. Pero son la señal significativa de una voluntad de evolución y de la mejora del tipo de vida y de la búsqueda de una nueva clase de turismo más respetuoso con la calidad de los parajes. Las pérdidas económicas son, en este sentido, innegables y los propietarios de los terrenos protegidos son cada vez más conscientes que dejan atrás infraestructuras turísticas que se convierten, a partir de ese momento, en perennes e inalterables. La oferta de ambientes litorales de calidad tiene, al fin y al cabo, consecuencias muy positivas para los núcleos turísticos periféricos, que aprovechan esta mejora medioambiental para lanzar una imagen de calidad de vida. Preservar no significa, por tanto, ni congelar ni rechazar el desarrollo local.

El Conservatoire ha adquirido, desde hace más de veinte años, una experiencia tanto en el campo de la política administrativa como en materia de ordenación, gestión y rehabilitación del territorio que desea poner a disposición de todos: pero, por encima de todo, desea confrontar su experiencia con otros países que comparten esta ambición para transmitir a las futuras generaciones un litoral de calidad.

Fabrice Bernard. Conservatoire des Espaces Littoraux et des Rivages Lacustres, Ministerio del Medio Ambiente, Francia.
© Mètode 26, Estiu 2000. 

   
© Mètode 2013 - 26. Redescubrir el litoral - Disponible solo en versión digital. Verano 2000

Conservatoire des Espaces Littoraux et des Rivages Lacustres, Ministerio del Medio Ambiente, Francia.