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Augment = 8x La ratio o relación de reproducción tiene importancia en el campo de la fotografía de aproximación porque es una medida del “nivel de macro” y porque de ella dependerá toda una serie de aspectos fundamentales de la toma: la profundidad de campo (disminuye cuando R es más alta), la pérdida de luz que comporta la aproximación (más pérdida a más ratio) y el accesorio necesario. Además, como se deduce de lo que seguidamente explicaremos, si conocemos la ratio, podremos saber siempre la medida del objeto fotografiado aunque sólo dispongamos del negativo o diapositiva, y podremos saber también el aumento de la copia.
Y ¿cómo se calcula la ratio? Pues de una manera muy sencilla: es el cociente entre la medida de la imagen y la medida real de lo que estamos fotografiando. Es decir, que si fotografiamos una flor que tiene un diámetro de 7 cm (medida real) y la diapositiva mide 2 (imagen), la ratio de la foto será 2/7; por lo tanto, R = 0.3. La ratio también recibe los nombres de relación de reproducción y aumento. No es frecuente utilizar “relación de reproducción” porque es demasiado largo y no conviene emplear “aumento” porque se confunde con el aumento final de la copia, una vez pasada a papel o publicada. Así, empleando la expresión “ratio” sabremos que inequívocamente nos referimos a la proporción sobre la película. En cambio, en la copia final sí que se utiliza la expresión “aumentos” y todo el mundo entiende qué quiere decir. Este aumento final es el resultado de multiplicar la ratio por la ampliación de la copia. Por ejemplo, la segunda foto ha sido hecha a una R = 1; como la diapositiva se ha ampliado 8 veces para obtener esta foto publicada, el aumento es de 1 ¥ 8 = 8 aumentos. Tubos de extensión Como resulta obvio, la ratio máxima que proporciona un objetivo se obtiene a la mínima distancia de enfoque. Para incrementarla, o sea, para fotografiar objetos más pequeños, hay que añadir accesorios. A parte de la lente de aproximación, también se puede utilizar un teleconvertidor, pero su complejidad óptica produce una pérdida de calidad considerable. Otro es el anillo inversor, una simple arandela que permite fotografiar con el objetivo del revés, es decir, con la bayoneta hacia fuera. Produce una ratio muy alta (alrededor de 1 ó 2) pero la pérdida de automatismos dificulta el uso, que queda restringido prácticamente a la macro de estudio. Un elemento muy recomendable es el tubo de extensión. No lleva ninguna lente, de manera que la pérdida de nitidez es mínima. Lo único que hace es separar el objetivo del cuerpo de la cámara. Bien, también debe transmitir la posición del diafragma porque el fotómetro la tenga en cuenta en la lectura de la luz y funcione automáticamente. Hay tubos de extensión manuales, pero los desaconsejamos porque complican su utilización, igual que el anillo inversor. Sabemos que son automáticos por la presencia de una varilla que se conecta con la del siguiente tubo. Hay juegos de tres tubos de extensión que, cuando se combinan, proporcionan siete extensiones diferentes, lo que significa siete ratios, todas las cuales por encima de la que daba el objetivo solo. Lógicamente, a más extensión (separación entre el cuerpo y el objetivo), más ratio. Las fotos La primera foto se ha obtenido con un objetivo macro de 55 mm que, a la mínima distancia (25 cm) proporciona una R = 0.5. Con un tubo de extensión de 27,5 mm, la ratio se duplica y llega a R = 1, la llamada “medida real” (segunda foto). En lo referente al insecto, se trata del nacimiento de la mariposa de seda (Bombyx mori), captada en el instante en que sale del envoltorio pupal. Albert Masó. Biólogo y fotógrafo de la naturaleza. |
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