«La medición del mundo», de Daniel Kehlmann

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¿Qué tienen en común un naturalista y un matemático? Con la intención evidente de responder a esta pregunta, el escritor Daniel Kehlmann propone varias lecturas, algunas de ellas profundas, otras no tanto, que reverberan alrededor de la convergencia vital de dos grandes actores de la ciencia alemana del siglo XIX, Carl Frie­drich Gauss y Alexander von Humboldt. La pasión por la geometría entendida en su sentido etimológico de medición de la tierra y en su sentido matemático más amplio y abstracto constituyen las metáforas que asientan, sobre planes existenciales netamente distintos, el hilo argumental de esta novela. Una pasión que consume a nuestros dos héroes, que van mostrando una faceta humana que también los une, la falta de habilidad para las relaciones personales, al mismo tiempo que una necesidad vital por el conocimiento científico. Gauss, desde las pautas y patrones y Von Humboldt, desde la vastedad del horizonte.

La gran cantidad de elementos científicos que Kehlmann describe, soltándolos casi con insolencia, nos hace a veces olvidar la verdadera esencia de este libro. Y es que La medición del mundo es antes que nada una novela de viajes y como tal hay que leerla. En ella se encierran el retrato ficticio de dos seres superlativos, de sus ambiciones y de sus éxitos, de sus fobias y de sus pasiones, de sus amores y sus desamores. Y, evidentemente, dos maneras radicalmente diferentes de entender la ciencia.

El explorador y el contemplador, dos ejemplos clásicos de acceso al conocimiento del mundo que convergen en un incierto punto de fuga, donde el horizonte geográfico de Von Humboldt se convierte en línea geométrica y donde la lógica del pensamiento de Gauss se funde con la propia realidad de la naturaleza, transcendiéndola hasta hacerla aún más real que ella. Kehlmann entrelaza con maestría el viaje interior del matemático con la exploración hacia tierras exóticas del naturalista. Dos personajes, dos viajes, donde el relato histórico se mezcla con la descripción romántica, el amor por la ciencia y escenarios como la salvaje América del Amazonas y el Orinoco o la misma España, siempre exótica para la sensibilidad alemana.

Se trata de una lectura muy amena, rápida y de gran goce. Los capítulos van alternando entre un personaje y el otro, lo que permite una entretenida mirada a la fogosidad y apasionamiento del Von Humboldt explorador y del Gauss preclaro, dotado de una inteligencia total, atrapado en su tiempo en una Alemania con características de finales del siglo XVIII y principios del XIX que empieza a crear su identidad como nación dentro del tempestuoso período de la Europa de Napoleón y sus guerras. Tiempo en que sobrevivir era privilegio de unos pocos y donde la ciencia era heroísmo puro, sólo al alcance de los mejores.

En definitiva, se trata de un libro pleno de vitalidad, que mezcla una información muy densa con situaciones noveladas muy entretenidas, que nos acerca al corazón y la personalidad de dos pilares de la ciencia moderna. Si a uno, Von Humboldt, se le considera padre de la geografía física y al otro, Gauss, padre de las matemáticas modernas, tenemos, sin duda, en la figura de estos personajes, la excusa necesaria y suficiente para abrir las páginas de este libro y dejarnos llevar por las maravillas que nos ofrece en la increíble aventura de la ciencia.

Diego Rasskin Gutman, Institut Cavanilles de Biodiversitat i Biologia Evolutiva, UV.
© Mètode, Anuario 2008.

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La medición del mundo
Daniel Kehlmann
Edicions Maeva, Madrid, 2006.
224 páginas.
 

© Mètode 2011 - 53. Cartografía - Contenido disponible solo en versión digital. Primavera 2007

Institut Cavanilles de Biodiversitat i Biologia Evolutiva, UV.