La aparición de nuevos compuestos químicos tuvo efectos positivos en las personas y algunos ecosistemas, pero también generaron efectos nocivos como consecuencia de la contaminación química.
Los bosques son el hogar de más del 80% de la biodiversidad terrestre, pero en la medida que los árboles están menos adaptados a las condiciones climáticas actuales, son más vulnerables a las plagas, sequías e incendios.