Crecer, crecer, crecer

Todo el mundo habla de sostenibilidad, pero no siempre con el rigor necesario para crear opinión, buena opinión. A menudo se argumenta especulando con poca base o con razonamientos incorrectos, de manera que se pierde la razón; entonces, en el mejor de los casos se «desinforma» y en el peor, se fomenta la incredulidad y el pasotismo.

Este libro trata este tema tan importante para todos creando conciencia de la necesidad de exigir a los gobernantes que empiecen a aplicar medidas contundentes para un desarrollo sostenible. Y lo hace «desde el otro lado», es decir, evidenciando que el sistema económico y social actual es del todo insostenible. Yo diría que lo consigue «por reducción al absurdo»: la gente que lea esta pequeña obra maestra comprenderá que no vamos por buen camino y que si seguimos así estamos abocados a repetir errores y que finalmente sea demasiado tarde. 

Hay que darse cuenta de que estamos al final de un ciclo. Si no lo hacemos, el sistema se colapsará… de hecho, ya lo está haciendo. Hay que recordar que Grecia está en un callejón del que no sabemos como saldrá. La nueva era, que podríamos llamar «postindustrial», tendrá que ser muy diferente. ¿Pero diferente a qué?

Pues diferente a los procedimientos que hasta ahora se han considerado sagrados, que podríamos resumir así: «El crecimiento es la condición para el progreso económico.» No negamos que inicialmente funcionase, pero siempre a corto plazo; y a partir de ciertas magnitudes de consumo empieza a fallar. El problema es que los políticos suelen pensar a corto plazo (¿cuatro años?); después ya no les preocupa: será problema de otro.

Durante mucho tiempo todo se arreglaba creciendo más y más porque se consideraba que las posibilidades de crecer son ilimitadas. Ahora ya sabemos que son muy limitadas (energía, agua, combustibles…) y en muchos casos ya estamos llegando al límite. El autor pone un símil ciclista: nos hacen ir como bicicletas, que ganan equilibrio incrementando la velocidad… hasta que el peligro no viene de la falta de estabilidad, ¡sino de la velocidad excesiva!

El libro plantea la tesis de la sostenibilidad bien entendida: ahorro, suficiencia y eficiencia. No hace falta calentar tanto los hogares en invierno, ni tanto aire acondicionado en verano, ni tanta luz por toda la casa, por las calles, etc. La iluminación necesaria se puede conseguir con bombillas que dan la misma intensidad con muchos menos vatios. Ramon Folch explica que eso sí que funciona; ha quedado patente siempre que se ha aplicado. Por tanto, la única esperanza que nos queda es que la gente se dé cuenta y exija esta transformación. Como indica el título, continuar creciendo como hasta ahora es una quimera y lo que plantea el autor es crecer no en cantidad, sino en calidad.

En otras palabras, si el modelo que ha reinado hasta ahora no funciona, las herramientas que utiliza, tampoco; la solución no puede ser salir de la crisis para volver a lo que teníamos antes porque es lo que nos ha llevado a esta situación. Uno de estos principios que no funcionan es dar al mercado un valor regulador. Ya lo hemos visto. Otro es considerar que los recursos son inagotables.

¿Crecimiento infinito? Sí, cuando el planeta sea infinito.

Albert Masó. Biólogo, profesor y fotógrafo de naturaleza (Barcelona).
© Mètode 73, Primavera 2012.