Hay libros muy buenos de fotografía nocturna –algunos de ellos, clásicos–, pero este incorpora temas, trucos y explicaciones que no he encontrado en los otros, y no solamente enseña a dominar la técnica, sino también a desarrollar un estilo y creatividad propios. Abarca varios géneros: desde la fotografía urbana hasta la paisajística, poniendo especial énfasis en la astronómica y el espectacular light painting. El contenido se expone con capítulos breves, bites fáciles de asimilar y bastante independientes unos de otros, lo que permite una lectura ordenada a la medida de cada uno. Va alternando los conceptos fundamentales con los específicos de técnicas nocturnas. Empieza con el material imprescindible, así como el complementario que ayudará a resolver situaciones concretas. Sigue con la configuración de la cámara, el revelado del RAW (máxima calidad), la geolocalización, el white balance (equilibrio de blancos), el cálculo correcto de la exposición… Especialmente importantes resultan la disminución del ruido digital (el «coco» de la fotografía nocturna) y la hiperfocal, que permite una gran profundidad de campo sin tener que cerrar el diafragma. De las numerosas técnicas concretas destacamos el control de los movimientos de la luz combinado con el uso de los filtros, así como los startrails & starstax: como conseguir las conocidas fotos del firmamento con los trazos circulares de las estrellas. Trata el problema de la contaminación lumínica y enseña a utilizar accesorios con luz propia, como las velas y el flash. También explica cómo hacer fotos en 3D (para los sibaritas de la fotografía), cómo integrar la luna con éxito y cómo aprovechar las mareas y las diferentes condiciones atmosféricas: las nubes, la niebla y, sobre todo, los rayos. Al final hay capítulos curiosos, como el de «Fotografía y conservación» y el de historia de la fotografía nocturna, con los hechos más relevantes. Ni que decir tiene que todo lo que se explica está ilustrado con excelentes imágenes de gran calidad, que te animan a poner en práctica los procedimientos para conseguirlas. Sí que hay que señalar la inclusión de capítulos peculiares y muy valiosos, como el que muestra las ventajas del trabajo en equipo, que permiten conseguir fotos «imposibles» de obtener sin cooperación. Resulta interesantísimo el capítulo titulado «Making off», gracias al cual el lector entenderá cómo se han podido hacer ciertas fotos. Afortunadamente, Mario Rubio es todo lo contrario del típico profesor que habla y habla pero no explica los trucos con los que consigue los mejores clics. En definitiva, con esta obra no solamente aprenderás a hacer «fotos sin luz», sino que te encontrarás motivado para salir a hacerlas. Eso sí: ¡dormirás poco! Con la redacción desenfadada y la valía de las explicaciones, este libro aporta aire fresco al ilustre mundo de la bibliografía fotográfica. No solo es un buen libro; es una actitud ante la fotografía nocturna. Albert Masó |
El fotógrafo en la noche.
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