El viatge dels Rodamons
La volta al món en 14 mesos
Mireia Puntí
(www.lavoltaalmon.cat, 2012, 222 páginas).
¿Quién no ha pensado alguna vez en dejarlo todo e irse a dar la vuelta al mundo? Es un sueño, ¿no? Pues Mireia lo ha pensado y lo ha hecho… y en este libro nos explica su aventura. Escrito en clave de diario y de forma muy amena va narrando las experiencias vividas jornada a jornada. Las descripciones son tan didácticas que nos permitirán acompañarla virtualmente.
Las crónicas están narradas con un estilo divertido y sincero que consigue profundizar en la forma de entender la vida de los distintos pueblos que cruza. Empieza con el planteamiento, la preparación y la filosofía del viaje. Quizá la característica más trascendente es la más obvia: el tiempo que dedica, ya que recorre diez países en catorce meses. El hecho de pasarse una media de casi mes y medio en cada país significa que a cada sitio llega sin prisa, sin billete de vuelta. Una vez capturada la esencia de aquel país, es el momento de coger el billete para la siguiente etapa.
Estas 222 páginas nos acercan a la idiosincrasia y a las costumbres de sitios tan dispares como la India, China, Vietnam, Nueva Zelanda, Australia, Chile, Perú, Argentina, Brasil y EE UU. Ni que decir tiene que los contrastes entre salto y salto son espectaculares. Del Nirvana y los asentamientos tibetanos pasa a los rascacielos de Hong Kong. Del país de Ho Chi Min nos transporta a las superdesarrolladas antípodas. Cruza todo el Pacífico desde la barrera de coral del continente australiano hasta la angosta geografía chilena. De la «vieja montaña» Machu Picchu nos traslada a la Patagonia. Y despegando de las favelas de Río aterrizamos en el último destino para pasar la Navidad en Nueva York.
La autora es bióloga, además de viajera, por lo que visita los diferentes ambientes naturales, desde la jungla hasta el desierto, adentrándose en la diversidad de la fauna y la flora, sin olvidar las culturas que conforman este planeta, tan precioso como heterogéneo, llamado Tierra. Con la forma que tiene de expresarse, se hace patente que tenía muchas ganas de hacer este viaje y también que quería compartirlo. Es eso lo que hace que el libro sea tan fructífero.
La obra tiene golpes escondidos: en medio de la descripción de un paisaje, y como una bofetada en la cara del lector, puede plantearnos un aspecto de la filosofía de la sociedad en que se encuentra. Así nos hace cuestionar muchas cosas que se dan por hechas en la nuestra.
La guinda final es el medio centenar de imágenes que ilustran la obra. Y aquí está el último golpe escondido: ¡la autora también es fotógrafa! Así pues, las fotos no solo transmiten lo que sentía en el momento de captarlas, sino que lo hacen con calidad técnica y estética. Sugiero no mirarlas hasta el final, una vez leído el texto. Así, al verlas, os trasladaréis a los lugares recorridos en las páginas anteriores, rememorando las vivencias compartidas.
No querría acabar esta reseña sin recordar la frase preferida del estimado amigo Augusto Colombo, viajero impenitente, que siempre decía: «Sabrás que un viaje ha valido la pena cuando sientas que te ha cambiado.» Creo que este viaje ha cambiado a esta trotamundos.
