«La era del plástico», de Álvaro Luna
Autopsia de los residuos que nos sobrevivirán
La contaminación por plásticos se ha convertido en un tema de debate público sin lugar a dudas. Pero, ¿realmente somos conscientes de lo inabarcable es esta cuestión? ¿Qué hará la humanidad, de todos los residuos de este tipo que nos sobrevivirán? ¿Cómo son de peligrosos para los seres humanos y para el resto de especies? ¿Hasta qué punto los plásticos pueden modificar los ecosistemas, el medio ambiente y la manera en que vivimos? Todavía quedan muchas sombras en el claroscuro de esta temática y, por lo que nos explica Álvaro Luna, autor de La era del plástico, la ciencia solo ha avistado la punta del iceberg.
Esta obra bien puede resultar de interés para cualquier científico (experto o no de los impactos ambientales) que quiera profundizar en el tema, o bien puede ser una primera aproximación a la contaminación por plásticos para aquellas mentes inquietas a las que les preocupe la salud ambiental del planeta. La globalización nos ha demostrado últimamente en forma de pandemia que los impactos antrópicos se han convertido en una preocupación compartida.
Álvaro, doctor en Biología y con una larga trayectoria dedicada a la investigación y la divulgación científica (autor también de Un leopardo en el jardín y de numerosos podcasts de ciencia y naturaleza) nos ofrece una visión integral, analítica y científica del estado de la cuestión, a la vez que tendremos la sensación de leer una novela de aventuras.
Como si fuera el diario de una intrépida expedición, el autor nos hace de guía a través de la vida de los plásticos. Recorreremos Tailandia y otros lugares de Asia, África, Costa Rica, los grandes lagos de EE UU, sin olvidarnos de nuestro país. Y lo haremos vestidos con la piel de muchos de los investigadores que tratan de comprender mejor y dar respuesta a este reto.
Empezaremos la ruta en el corazón de la bestia. Los primeros capítulos están dedicados a comprender la descomunal producción de plásticos en las ciudades y qué consecuencias tiene para sus vecinos más próximos: la fauna urbana, los animales domesticados y los ecosistemas agrícolas. Seguiremos a través de los ríos, las principales cintas transportadoras que esparcen los plásticos por el mundo, hasta llegar a la segunda parada: los lagos, las aguas continentales y las playas. La segunda mitad del libro está destinada al medio marino, el ecosistema donde más se ha estudiado este fenómeno. En el mar, nada se escapa de ser vulnerable a los plásticos, desde las aves marinas hasta el zooplancton, desde los grandes filtradores como las ballenas hasta los organismos que viven en las aguas abisales. Tristemente, hemos hecho de los océanos el gran vertedero de la humanidad. Tarde o temprano, las olas y los alimentos que obtenemos del mar nos devuelven lo que nos corresponde. La obra concluye relacionando los plásticos y el cambio climático, cómo forman una pareja maliciosa y cada uno aumenta la capacidad destructiva del otro.
Tal como explica el autor, hemos transformado el mundo hasta tal punto que quizás las generaciones futuras estudiarán los restos plásticos que estamos dejando silenciosamente por todas partes. Las personas que todavía no han nacido se preguntarán por qué no paramos a tiempo esta enorme fábrica de residuos inmortales que se puso en marcha con el invento de la baquelita en 1907.