«Mala farma», de Ben Goldacre

99-78

Finalmente, un libro que explica las carencias de la industria farmacéutica y de su entorno. Durante las últimas dos décadas la industria farmacéutica se ha convertido en uno de los malos de la película y es habitual encontrar denuncias de sus prácticas, denuncias procedentes de lugares diversos, incluido nuestro clero local. Lo que hace diferente a Mala farma es que Ben Goldacre sabe de qué habla, identifica claramente el problema, reparte la culpa entre todos los implicados y rehúye las teorías conspiratorias. Las farmacéuticas no nos esconden el remedio alternativo barato que cura el cáncer: la realidad es mucho peor.

Su anterior libro, Mala ciencia, era una demolición controlada de varios mitos científicos, incluido el abuso de la estadística en el análisis de ensayos clínicos. Ahora pone el foco en el proceso de desarrollo de fármacos, de manera sistemática y sin dejar lugar a excusas. Los ejemplos cubren todo tipo de enfermedades, fármacos y empresas. No se le puede acusar de elección selectiva, porque presenta casos muy representativos. Quizá se le podría reprochar que no mencione el desarrollo de tratamientos para enfermedades «no comerciales», como el Mectizan, que Merck regala desde 1987.  Justo es decir que estas muestras de buena voluntad se quedan en nada en comparación con la larga lista de malas prácticas que Goldacre repasa.

El resultado es un libro inquietante. La industria farmacéutica es la pieza central de este problema, pero Goldacre identifica el papel que representan los médicos, los colegios profesionales, las universidades, los reguladores, las revistas científicas y las asociaciones de pacientes, entre otros. Al final no hay nadie que tenga las manos limpias. Como persona relacionada con el sector farmacéutico, en Mala farma reconozco algunas prácticas habituales en mi entorno. No es que las personas seamos malas de entrada, sino que a menudo los incentivos están puestos de manera que no siempre producen los mejores comportamientos.

Un ejemplo que se repite a lo largo del libro es el del acceso a los datos de los ensayos. Cuatro ojos ven más que dos, y es indiscutible que la revisión por parte de más personas puede detectar cosas (para bien y para mal) que se les hayan pasado por alto a los investigadores. Ni la industria ni los reguladores facilitan estos datos, a pesar de que haya sentencias que les obliguen a hacerlo, y si lo hacen es tarde y mal. Además, muchos ensayos clínicos hacen comparaciones irrelevantes (con placebo, o con fármacos poco efectivos, en lugar de hacerlas con los mejores tratamientos disponibles). Queda claro que la industria gasta más dinero en mercadotecnia que en investigación, y que eso tiene un efecto negativo sobre los pacientes –empezando por el precio de los medicamentos.

La buena noticia es que, tras diagnosticar el mal y explicar las causas, Goldacre propone soluciones. Algunas son tan simples como cumplir lo que está escrito: que las revistas solo publiquen ensayos que estén correctamente registrados; que los médicos declaren los conflictos de interés; que las empresas ejecuten los ensayos de acuerdo con los criterios definidos de inicio y que faciliten los datos originales completos y anónimos a quien los quiera revisar. Otras propuestas son más complicadas, como limitar el efecto de los visitadores médicos y otros elementos de influencia sobre el comportamiento de los médicos. Pero los sistemas públicos de salud han entendido que la reducción de costes también pasa por limitar el gasto en mercadotecnia de la industria farmacéutica.

Mala farma es un libro muy recomendable. Los que tenemos algún papel en el mundo farmacéutico nos veremos impulsados a revisar algunas prácticas. El resto de lectores podrán entender mejor por qué algunas cosas son como son, y sabrán qué pueden hacer para cambiarlas.

Jesús Purroy. Biólogo y escritor (Barcelona).
© Mètode 2013.

 

99-78Mala farma
Cómo las empresas farmacéuticas engañan a los médicos y perjudican a los pacientes
Ben Goldacre
Paidós. Barcelona, 2013.
364 páginas.

© Mètode 2013 - 78. La luz de la evolución - Verano 2013
Biólogo y escritor (Barcelona).