Ramon Margalef: l’home, l’ecòleg i les illes Balears, de Joan Mayol i Serra
Margalef y las Baleares
Ramon Margalef: l’home, l’ecòleg i les illes Balears.
Joan Mayol i Serra
Lleonard Muntaner. Palma, 2022. 88 páginas.
El libro Ramon Margalef: l’home, l’ecòleg i les illes Balears es un opúsculo cargado de aprecio, reconocimiento y gratitud hacia quien fue uno de los ecólogos más importantes de finales del siglo XX, Ramon Margalef López (Barcelona, 1919-2004).
Ramon Margalef fue catedrático de Ecología de la Universitat de Barcelona (el primer catedrático de Ecología del Estado). Es reconocido como una de las personas más lúcidas de la ecología durante el siglo xx. Dejando de lado el capítulo introductorio, la obra recoge siete aportaciones impregnadas de emoción. Es un encanto de libro, coordinado por Joan Mayol, exalumno suyo –como quien subscribe estas líneas–, y realizado desde la perspectiva de su relación con Mallorca.
En el libro se puede navegar –a través de la escritura de su hijo– desde aspectos íntimos y personales de cuando salía con María Mir, hasta visiones desde una perspectiva más profesional de antiguos alumnos suyos. Cada una de las aportaciones hace patente que la huella dejada por Margalef en los autores es honda y cálida, tanto en la esfera científica como en la personal. No hay duda de que su aportación no solo a la ciencia ecológica, sino a la formación de generaciones de ecólogos, supera en su dimensión y en calidad todo lo que se pueda imaginar.
El relato de su hijo también nos deja entrever cómo Margalef ya tenía, muy pronto, el gusanillo de la investigación, la obsesión de conocer y entender la naturaleza. Desde muy joven se inició estudiando los organismos que vivían en la balsa del jardín del hogar familiar con un microscopio de fabricación casera. Consideraba esta balsa su «laboratorio de hidrobiología».
Joandomènec Ros da una imagen de la proyección internacional del trabajo innovador realizado por Margalef, que partió de una formación autodidáctica y llegó a ser líder en la transición de la ecología hacia una ciencia moderna y de excelencia. Su trascendencia se ve muy reflejada no solo por haber sido altamente productivo, sino también por la calidad de esta producción y la originalidad de su pensamiento.
Ramon Folch sitúa la obra de Margalef a un nivel casi «revolucionario». Fue «renovador radical de los planteamientos ecológicos», «subvertidor de paradigmas obsoletos», «transformador del conocimiento naturalístico», «pensador de la ciencia…» Y todo esto a partir del contacto directo con la naturaleza. En palabras de Folch: «Para entender la naturaleza hay que saber tocarla, empaparse. Margalef sobresalía en ello». Su metodología de aplicar herramientas de la teoría de sistemas y la teoría de la información a las aproximaciones naturalísticas del análisis de la diversidad revolucionaron la ecología; de su mano, esta entró en la categoría de las disciplinas fiables.
El resto de contribuciones van en la misma línea de reconocimiento al maestro desde diferentes perspectivas personales. Margalef fue un hombre que hizo una tarea ingente. Disfrutaba del trabajo, y gracias a sus cualidades analíticas y al estudio directo de los ecosistemas limnéticos pudo llegar a una aproximación teórica, holística e integradora de la ecología primero, y de la estructura y funcionamiento de toda la biosfera después. El libro, muy recomendable, es una pequeña muestra de reconocimiento y agradecimiento hacia el maestro que no olvidamos.
