Carmen Calvo

Carmen Calvo es una de las autoras más destacadas en la renovación del panorama artístico español de la transición. Desde sus inicios se interesó por la experimentación con la apuesta por una pintura tridimensional hasta pasar por toda una serie de propuestas innovadoras que han ido configurando el arte español más reciente. Su dilatada trayectoria ha pasado por diversas etapas. Sin embargo, en todas ellas podríamos entrever dos motores que impulsan el proceso creativo. El primero sería una especie de necesidad arqueológica. La autora busca en rastros, recurre al azar o coge objetos de la realidad para encontrar elementos que, una vez reconstruidos, clasifica y ordena o simplemente acumula. Desde sus pinturas relieve de los ochenta con fideos de barro cocido hasta las urnas y cuadros con objetos ensamblados o la apropiación y manipulación de fotografías antiguas de su última etapa, se ha servido de esta forma de proceder.

El segundo motor sería una fuerte pulsión fetichista en la apropiación de esos objetos y elementos como una especie de terapia psicológica en la que subyace una búsqueda de sí misma. Estas dos fuerzas que impulsan su trabajo entroncan de forma clara con la tradición surrealista de la técnica del fundido o encadenado de objetos inconexos entre sí y por otro lado con el proceso de seducción del object trouvé. Calvo no escoge los objetos y fotografías por su calidad artística o formal sino porque se da una especie de flechazo, de algo que la seduce y que no responde a una explicación meramente racional; entraríamos aquí en el terreno de lo inconsciente y en lo autobiográfico.

En sus ensamblajes, toda una serie de objetos de la misma clase o diferentes entre sí suelen ser presentados colgando del cuadro suspendidos con un hilo o una cuerda para recordarnos a las vitrinas de un museo de arqueología o de historia natural, pero también nos pueden evocar exvotos. Estas colecciones de objetos, como indican sus sugerentes títulos, no son simples muestrarios de objetos de época, sino que con ellos podríamos reconstruir, como se hace con las pruebas de un crimen, toda una serie de historias personales.

Su última etapa, en la que se apropia de fotografías antiguas compradas en rastros, por lo general de colecciones de álbumes familiares de la posguerra española, está marcada por un ácido surrealismo crítico como arma demoledora del oscurantismo del franquismo de la posguerra. En toda una serie de fotografías en blanco y negro manipuladas aviesamente mediante collage, pintura o ensamblaje de objetos nos encontramos con una España enmascarada (la mayoría de los personajes están cubiertos con antifaces o máscaras de diversos tipos), llena de curas y monjas, de mujeres con mantilla en misa, de bodas y comuniones y de militares. Y como colofón la autora dedica una especial atención a la infancia, con toda una serie de obras en las que niños y niñas se van empapando de toda esa pedagogía de roles y relaciones sociales del nacionalcatolicismo franquista.

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Número 62 (2009): Tot sobre la mare

 

Carmen Calvo

Carmen Calvo. Maternidad deseada, 2009. Técnica mixta, fotografía, collage. Dimensiones variables.

Carmen Calvo

Carmen Calvo. Inicio a la vida, 2009. Técnica mixta, fotografía, collage. Dimensiones variables.

 

Número 50. Una història de violència

 

Carmen Calvo

Carmen Calvo, Una historia de violencia, 2006. Técnica mixta, collage, fotografía. 21 x 28 cm.

 

Carmen Calvo

Carmen Calvo, Una vida de Mercurio, 1999. Técnica mixta, collage, fotografía. 105 x 155 cm.

Carmen Calvo

Carmen Calvo, La vierge folle, 2001. Técnica mixta, montaje, objetos. 130 x 65 cm.

© Mètode 2011 - 62. Todo sobre la madre - Número 62. Verano 2009
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Profesor del departamento de Bellas Artes, Área escultura, Universidad de Murcia.