En unos pocos años, el cambio global ha pasado de ser un concepto vago a ser una realidad indiscutible y plenamente aceptada por la comunidad científica. La revista Mètode dedicó un número no hace mucho (núm. 34, verano 2002), donde se ofrecía una visión general muy interesante de esta problemática.
Se entiende por confort climático la existencia de combinaciones de parámetros ambientales (fundamentalmente temperatura, humedad, radiación y viento) que no generen estrés en el cuerpo humano.