Los huertos familiares del Pirineo catalán tienen un papel fundamental en la conservación y gestión de la biodiversidad y de los conocimientos tradicionales, pero también en el incremento de la cohesión social y del bienestar, así como en la afirmación de la identidad cultural.
Más de doscientos pueblos han sido abandonados en el Pirineo catalán a lo largo del siglo XIX y principios del XX. ¿Por qué? ¿Qué podemos hacer para remediarlo?