Les paraules de la seda se sitúa en un territorio de frontera entre varias disciplinas. Se trata, no cabe duda, del libro de dos filólogos: lexicografía y dialectología bien trabajadas. Sin embargo, deliberadamente, se han acercado a un ámbito de conocimiento caracterizado por ser territorio de encrucijada, donde la filología confluye, cuanto menos, con la etnología y la historia.